La batalla electoral se libra en Internet y no sólo con los vídeos de los partidos. Los ciudadanos participan y mucho. La Red ofrece herramientas a cualquiera para hacer su propia campaña, hacerse oir a otros usuarios y a los propios partidos. Pero no siempre los ciberactivistas se creen a sus propios líderes ni tienen las ideas tan claras como ellos. Proliferan socialistas indignados con el canon digital aprobado por el Gobierno, y populares defraudados por la exclusión de Gallardón. Aun así a los partidos les compensa el debate.