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  • 27/3/2019
Siria/Irak, 27 mar (EFE).- Hombres decapitados, quemados vivos en jaulas, torturados hasta la muerte; mujeres y niñas vendidas como esclavas sexuales; niños adiestrados para ser sanguinarios asesinos del "califato": algunos de los más horribles crímenes de la historia pueden quedar impunes porque el mundo es incapaz de juzgar al Estado Islámico (EI).
 
"Vivimos en el siglo XXI, pero tenemos un sistema político básicamente definido en el siglo XVIII, basado en estados nacionales", explica a Efe Luis Moreno Ocampo, el primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI).
 
Y son los más poderosos los que deciden, anteponiendo sus intereses particulares, en la justicia internacional, que se ha quedado obsoleta ante el terrorismo global.
 
En casi cinco años de tiránico "califato" en Siria e Irak, la barbarie ha superado todos los límites, pero los gobiernos aún son reticentes a compartir, por ejemplo, información para cortar su financiación o acabar con su influencia en internet.
 
"Tenemos que inventar algo nuevo, que incluya una justicia más inteligente", dice Moreno Ocampo, convencido de que éste es un momento clave para lograrlo: "la frustración por el EI es la ocasión para repensar nuevas instituciones que nos permitan salir de esto".
 
Y, además, la justicia es siempre la mejor manera "de acabar con el ciclo de violencia", como explica a Efe la "voz" de las miles de esclavas sexuales yazidíes, la nobel de la Paz Nadia Murad.
 
- El "califato global" y la guerra del terror
 
El "califato" ya ha caído, pero todos los expertos coinciden en que, lejos de ser el final del EI, es el comienzo del "califato global": "células durmientes", "lobos solitarios" y llamamientos al "martirio" en las redes sociales.
 
La forma de afrontar esta batalla será decisiva: "no podemos caer en el error de usar la guerra contra el terror", asegura Ocampo.
 
Es lo que el general Stanley McChrystal, excomandante en jefe de la fuerzas internacionales en Afganistán, denominó "la matemática de la insurgencia": si hay 10 terroristas y matamos 2, ¿cuántos quedan? 20, porque la familia y los amigos se convierten en terroristas.
 
"La decisión de dejar de usar la justicia contra el terrorismo global se tomó el 11 de septiembre de 2001 sin ninguna reflexión. Al presidente (de EEUU, George W.) Bush le pareció que la guerra era más contundente que la justicia, pero no es así", aclara.
 
"Se abrió la caja de Pandora y ahora ¿cómo la cerramos?", se pregunta quien ha investigado abusos en Uganda, la región sudanesa de Darfur o la República Democrática del Congo.
 
Para él, la clave contra el nuevo terrorismo globalizado está muy clara: cortar sus fuentes de financiación.
 
- La Corte Penal Internacional (CPI)
 
Si mañana fuera capturado vivo el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, ¿quién le juzgaría, dónde, por qué delitos?. ¿Quién va a enjuiciar a los miles de miembros del EI que se han entregado durante el asedio y la caída de su último reducto en Siri

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