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  • hace 17 años
Una ingesta desmedida de alimentos dulces, de elevado aporte energético, puede suponer a largo plazo un incremento de peso si no se controla a tiempo. Para evitar los kilos de más, así como otros desequilibrios nutricionales y disminuir los síntomas del síndrome premenstrual se proponen las siguientes recomendaciones:
- Fraccionar la alimentación en tomas frecuentes y de poco volumen (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena).
- Incluir a lo largo del día variedad de alimentos de acuerdo a los criterios de dieta equilibrada (lácteos, frutas y verduras, carne o pescado o huevo, cereales o legumbres o féculas y grasas en cantidades adecuadas según las necesidades individuales).
- Preferir más a menudo aquellos alimentos que poseen un sabor dulce pero que son poco calóricos como yogures o frutas, frente a los pasteles y el chocolate u otros dulces.
- Tomar alimentos ricos en fibra, que producen una mayor sensación de saciedad.
- Limitar la ingesta de cafeína (bebidas de cola y energéticas, café) y de otras sustancias estimulantes.
- Incluir en la dieta alimentos ricos en magnesio como frutos secos, legumbres, cereales integrales y pescado.
- Los cereales integrales, los frutos secos, el hígado y la levadura de cerveza son fuente de vitamina B6, que contribuye a mantener en buenas condiciones el sistema nervioso y que puede intervenir en la mejora de los síntomas asociados al síndrome premenstrual.
- Tener los alimentos "peligrosos" lejos de nuestro alcance para evitar la tentación en los momentos de ansiedad.
Así mismo, conviene saber que la práctica de ejercicio físico aumenta la sensación de bienestar, favorece la producción de serotonina, al tiempo que ayuda a mantener un peso adecuado.

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