Cibertelepatia: Comunicacion cerebro a cerebro

  • hace 6 años
El 12 de agosto de 2013, Rajesh Rao se sentó en su laboratorio de la Universidad de Washington (EEUU) para jugar una partida con su ordenador. El juego consistía en disparar a un blanco en la pantalla pulsando la barra espaciadora del teclado. Pero cuando Rao pensaba en disparar, no era su dedo el que se movía, sino el de su colega Andrea Stocco, sentado en su propio laboratorio en el otro extremo del campus y sin pantalla delante. El dedo índice de Stocco se había convertido en un órgano zombi controlado a distancia por la mente de Rao. Desde la antigua leyenda judía del Golem, una criatura de barro controlada por su creador, hasta la película de James Cameron Avatar, sería imposible saber cuántas veces la ficción ha acariciado el sueño de transmitir nuestro pensamiento a otras criaturas, naturales o artificiales, y gobernar con ello sus acciones. Hoy la ciencia está consiguiendo logros que hasta hace poco estaban reservados a la ficción y cuyas aplicaciones son innumerables, más allá de defender el gueto de Praga o infiltrarse entre los na'vi de Pandora. El experimento de Rao y Stocco fue, según sus autores, la primera conexión directa entre dos cerebros humanos por procedimientos no invasivos; es decir, sin necesidad de perforar ningún cráneo. "Buscábamos demostrar que es posible enviar información extraída de un cerebro directamente a otro cerebro, permitiendo al primer sujeto causar una respuesta deseada en el segundo sujeto a través de una comunicación directa cerebro-cerebro", escribían los científicos. Para lograr este hito, Rao llevaba un casco con electrodos que registraban su actividad cerebral. Esta se transmitía a un ordenador, que enviaba la información por internet a otra computadora en el laboratorio de Stocco. Este llevaba un gorro de nadador que sujetaba a su cabeza un aparato de estimulación magnética transcraneal (EMT), básicamente un imán que induce corrientes eléctricas en las neuronas y que puede provocar respuestas cerebrales. Todas las tecnologías son ya conocidas; la novedad está en el uso y en el software.