D-IX (Pervitin y cocaina): Cobayas humanos en la II GM

Morell, era un curandero, los que lo vieron después de su detención por EE.UU. contemplaron un hombre gordo, de gestos rastreros y las constumbres higienicas de un cerdo y sin ningún respeto por si mismo. Tenemos casos en los que estas drogas hicieron ampliamente su trabajo. En enero de 1942 un grupo de 5OO soldados alemanes estacionados en el frente oriental, rodeados por el ejercito rojo, intentaban escapar, temperaturas de -30º C, un doctor militar de esa unidad escribia, “los soldados estaban exaustos y tan solo se desplomaban en la nieve”, los oficiales decidieron dar Pervitin a sus tropas, “tras media hora, los hombres comenaron a notar una fuerte mejoría y comenzaron a marchar en elegante orden”. Hacia el final de la guerra, Alemania trabajaba en una píldora milagrosa. El 16 de marzo de 1944 el vizeadmiral Hellmuth Heyeq. Pidió una droga que mantuviese a sus soldados listos para la batalla en cuanto se les fuera pedido, incluso más allá de lo considerado normal y que potenciara su autoestima, poco tiempo después el farmacólogo Gerhard Orzechowsk. Presento una píldora con el nombre D-IX, contenía 5mg de cocaína, 3mg de pervitin, y 5mg de eukodal,(actualmente si te pillan con semejante droga, vas a prisión) pero fue aprobada y probada en miembros de la tripulación de submarinos mas pequeños de la Kriegsmarine, de la clase Castor y Foca. Para mejorar los resultados, los nazis recurrieron a los prisioneros del campo de Sachsenhausen, en las afueras de Berlin, los hacían caminar en circulo con bultjos de 20 Kg durante 55 millas (88´5 Km aproximadamente) sin descanso. Se esperaba que esta droga diese a los soldados fuerzas ilimitadas, en un momento en que los ejércitos alemanes se batian en retirada.
A pesar de las advertencias de los doctores sobre los efectos secundarios, estas pastillas estaban presentes en cada kit de primeros auxilios, listas para los soldados exahustos. Hitler, que condenaba el uso de cocaína, muy extendida en la alta sociedad de los años 20m a la que llamaban “un procucto del diablo”, no tenia reparos ni escrupulos para el uso militar.