Título original: The bank
Año: 1915
Por la mañana temprano, nuestro amigo Charlot se dirige caminando a su trabajo en el banco. Como siempre, va provisto de su bombín, chaqué y bastón. La entidad bancaria está ubicada en un edificio imponente. Llega a la caja fuerte, activa la clave y se abre la primera puerta; aparece una segunda puerta, nueva clave y accede a un cuarto enrejado. Se quita la chaqueta y el sombrero y coge la fregona que guarda en tan seguro lugar.
Deja el cubo en el suelo y comienza a fregar. Lamentablemente, no repara en que un cliente que descansa en un sillón ha dejado la chistera a sus pies; inconscientemente, Charlot escurre la mopa en el sombrero provocando la indignación de su propietario.
Nuestro héroe se convierte en un auténtico peligro para todo el que pasa a su lado. A un compañero le vierte el agua sucia de fregar el suelo en el desayuno, recoge las papeleras boca abajo derramando su contenido, limpia un despacho echando la basura al contiguo...
charlie está enamorado de Edna, por lo que redacta una tarjeta de amor que le deja, junto con un ramillete de flores, en su mesa de trabajo. La joven cuando descubre que el regalo procede de un empleado de la limpieza rompe indignada la tarjeta, provocándo un tremendo dolor en el corazón de Charlot que ha visto la escena.
Sentado en un rincón se queda profundamente dormido, hasta que le despierta un terrible escándalo. Están atracando el banco, tienen encañonado al director y han capturado a su amada. Armado de un profundo coraje, Charlot se abalanza sobre los delincuentes consiguiendo acabar con todos ellos para satisfacción del propietario del banco y de Edna que, ahora sí, le hace entrega de su amor...hasta que despierta tan fantástico sueño.