Cámara al Hombro - Los sin techo vs. la ola de frío en Uruguay

  • hace 7 años
El Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay se prepara para duplicar la cantidad de centros que atenderán a personas en situación de calle.

Como cada año, el Ministerio despliega una estrategia de asistencia coordinada con el resto de las instituciones involucradas en la temática. En 2016 tenía habilitados 1791 lugares en todo el país.

El frío se hace sentir en Montevideo, la capital de Uruguay, y quienes más lo sufres son aquellas personas que viven en la calle. Por ello, el Ministerio de Desarrollo Social implementa un plan que les ofrece un techo para pasar la noche y refugiarlos de las bajas temperaturas que azotan el país.

El Ministerio tiene algo más de 1700 cupos para cubrir la demanda total de quienes no tienen un lugar para vivir. Los centros están divididos entre permanentes, (aquellos que están abiertos todo el año) y los nocturnos sólo en los meses de frío.

Según el último censo hay unas 600 personas que prefieren pernoctar en la vía pública antes de acceder a un refugio y a menos que un juez dictamine que el individuo debe acceder a uno, no se lo puede obligar.

Decidimos ir a la casa de Silvia que pertenece a ‘Algo por Alguien’ una organización que brinda alimento y abrigo a aquellas personas que deciden permanecer en la calle o a quienes lo necesiten.

Toda la familia colabora en esta actividad, preparan té, comida y algunos abrigos y podemos sentir una satisfacción en el ambiente, difícil de explicar con palabras. La inestabilidad laboral no incide en estos voluntarios que hacen frente a la situación con el único objetivo de seguir ayudando.

Llegamos a la plaza donde Silvia y gente de su organización se disponen a servir la comida. Las personas se van acercando y quisimos saber: ¿Por qué no va a un refugio?

Para estas personas, los refugios son la última opción. Pero para la prosecretaria del Ministerio de Desarrollo Social, Ana Olivera, el Ministerio ha mejorado mucho en este aspecto. Los motivos que llevan a una persona a vivir en la calle pueden ser muchos. La ruptura de los vínculos familiares, el consumo de drogas, problemas de salud mental y la pérdida de trabajo son los más comunes.

Vivir en la calle no es una opción sino una circunstancia que muchas personas terminan enfrentando. Tal vez como sociedad debemos construir otras formas de inclusión en la que el respeto a los derechos humanos se configure una nueva cultura.

Alejandro Obaldía, Montevideo.