La cruzada personal de Jacob da un giro inesperado cuando descubre que se va a cometer un robo en el Banco de Inglaterra. Como no hay pruebas fehacientes de que Starrick esté detrás del golpe, el menor de los Frye se dispone a secuestrar a uno de los hombres de confianza de Cockham, el banquero de Starrick, y hacerle cantar.