Pocas casas en pie, edificios reducidos a escombros. El impacto del paso del ciclón tropical Pam, el viernes, por este archipiélago fue enorme.
El número de víctimas mortales todavía no está confirmado pero diversas fuentes hablan de hasta ocho fallecidos. Las consignas de confinamiento fueron efectivas pero los daños materiales son de una gran magnitud.
“La gente todavía no se ha recuperado. Están conmocionados con los sentimientos a flor de piel. Nos va a llevar tiempo volver a la normalidad. En este momento, a gente de la República de Vanuatu necesita asistencia humanitaria”, señaló su presidente Baldwin Londsdale desde Sendai (Japón) en dónde ha participado en la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR).
La República de Vanuatu está formada por 83 islas, algunas muy pequeñas, que habitan unas 270.000 personas.
El ciclón sorprendió a numerosos turistas en el aeropuerto de Port Vila, la capital del país: “Devastación. Este m
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