La Semana Santa parece establecer un pacto de no agresión temporal entre los separatistas del este de Ucrania y el Gobierno de Kiev. En ciudades como Slaviansk las barricadas y la ocupación de edificios oficiales continúa a pesar del acuerdo al que llegaron la UE, Estados Unidos, Rusia y Ucrania hace unos días en Ginebra para el desarme de las milicias. Los activistas no piensan dar un paso atrás.

“Solo después de que los agentes se marchen desmantelaremos las barricadas. Solo después de que acepten nuestras demandas y escuchen lo que queremos, que es un referéndum regional”, decía una jubilada presente en las barricadas.

El ministro de Exteriores del Gobierno interino, Andriy Deschytsia, ha declarado que las fuerzas de seguridad ucranianas darán una “tregua” durante la Semana Santa y no actuarán en el marco de la operación, llamada “antiterrorista” por Kiev, en el este del país contra los prorrusos separatistas.

Los portavoces de la autoproclamada república popular de Donetsk dicen que el Gobierno de Yatseniuk es ilegítimo y le piden que dimita. Tampoco aceptan las elecciones convocadas para el 25 de mayo y plantean el referéndum para el 11 del mismo mes.

Aunque tampoco ellos pueden cantar victoria, ya que no están consiguiendo un apoyo popular tan mayoritario como pensaban para sus aspiraciones en ciudades como Járkov.