Ariel Sharón reposa en las tierras del Neguev
- hace 10 años
Se cumple la última voluntad del general y ex primer ministro israelí. Volver a su rancho para descansar para siempre junto a su segunda esposa, Lily, fallecida hace trece años.
Una ceremonia familiar dedicada a sus hijos, Omrí y Guilad, pero de la familia de un general que luchó en múltiples batallas, en la vida y en el frente. Un símbolo y un maestro para todas las generaciones de militares israelíes.
“He venido a saludarte también, como combatiente, como jefe del Estado Mayor, como comandante del Tzahal, he venido a decirte que el Ejército que protege al pueblo, que tanto defendiste, continuará existiendo a tu imagen y semejanza durante muchos años”, señaló el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Beny Gantz.
Sus hijos tampoco ahorraron calificativos para definir a su padre.
Un hombre estricto pero muy comprometido, inasequible al desaliento. Alguien que nunca daba una causa por perdida, dijo Guilad Sharón: “Se decía que era imposible sobreponerse al terrorismo palestino de la última década, y decidiste ejecutar el muro de seguridad que sigue vigente en nuestros días. Una vez tras otra has transformado en realidad aquello que parecía imposible. Y es así como se forjan las leyendas, como se construye la unidad de un pueblo”.
Al sepelio han asistido unas 1.500 personas, muchas destacados miembros de la sociedad israelí, invitados por expreso deseo de la familia que quiso que el acto fuera público.
No en vano Ariel Sharón fue uno de los padres fundadores del Estado de Israel.
Una ceremonia familiar dedicada a sus hijos, Omrí y Guilad, pero de la familia de un general que luchó en múltiples batallas, en la vida y en el frente. Un símbolo y un maestro para todas las generaciones de militares israelíes.
“He venido a saludarte también, como combatiente, como jefe del Estado Mayor, como comandante del Tzahal, he venido a decirte que el Ejército que protege al pueblo, que tanto defendiste, continuará existiendo a tu imagen y semejanza durante muchos años”, señaló el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Beny Gantz.
Sus hijos tampoco ahorraron calificativos para definir a su padre.
Un hombre estricto pero muy comprometido, inasequible al desaliento. Alguien que nunca daba una causa por perdida, dijo Guilad Sharón: “Se decía que era imposible sobreponerse al terrorismo palestino de la última década, y decidiste ejecutar el muro de seguridad que sigue vigente en nuestros días. Una vez tras otra has transformado en realidad aquello que parecía imposible. Y es así como se forjan las leyendas, como se construye la unidad de un pueblo”.
Al sepelio han asistido unas 1.500 personas, muchas destacados miembros de la sociedad israelí, invitados por expreso deseo de la familia que quiso que el acto fuera público.
No en vano Ariel Sharón fue uno de los padres fundadores del Estado de Israel.