Entre la gran población de perros sin hogar de Moscú, una pequeña minoría que frecuenta y habita el metro de la ciudad, ha atraído la atención internacional, ya que han aprendido a usar los trenes para viajar entre diversas paradas. El problema de los perros callejeros de Moscú fue mencionado por primera vez en el siglo XIX. En marzo de 2010, se estimaba que había cerca de 35.000 perros sin hogar que vivían dentro de los límites de la ciudad de Moscú, aproximadamente un perro por cada 300 habitantes moscovitas.
