Debilitado por la dimisión del ministro de Economía Vitor Gaspar, el golpe de gracia para el Ejecutivo parecía haber llegado con la renuncia del ministro de Exteriores y líder del partido que apuntala la coalición gubernamental, Paulo Portas.
Sin embargo, tras reunirse con el presidente portugués, el primer ministro Pedro Passos Coelho mostraba su confianza en su gabinete