The Violin Maker of Cremona (El violinista de Cremona) [1909]

En la pequeña ciudad italiana de Cremona vive Taddeo Ferrari, fabricante de violines y alumno de Andrea Amati, el más famoso del oficio. La hermosa hija de Ferrari, Giannina, amada por uno de sus aprendices, Sandro. Filippo, un joven lisiado y el mejor fabricante de violines de Cremona, también ama a la niña con un afecto puro y santo, más espiritual que material, pero al darse cuenta de su falta de atractivo debido a su deformidad, sufre su desesperanza con resignación. Anualmente se entrega un premio consistente eb una preciosa cadena de oro al fabricante del mejor violín, y todos los aprendices se esfuerzan por ganarlo. En esta ocasión, sin embargo, la mano de Giannina se otorgará al artesano más competente, y esto induce a los jóvenes a hacer un esfuerzo adicional para ganar la mano de Giannina. Sandro aprecia plenamente el raro talento de Filippo, y está seguro de que su maravillosa habilidad le ganará a su amada. Hundido y desesperado, busca a Giannina y le cuenta sus miedos y ella reconoce entre lágrimas la fuerza de su razonamiento. Mientras están así ocupados son escuchados por Filippo, que ve lo que significaría para ella su éxito, y pensando solo en su felicidad, a través de su gran amor por ella, hace un gran sacrificio. Al ir a su habitación, toma su violín y lo coloca en la caja de Sandro, toma el violín de Sandro y lo coloca en el suyo. Sandro, sin embargo, frustra la buena intención de Filippo al intercambiar los instrumentos, sin saber lo que había hecho Filippo, alterando así la planificada munificencia del lisiado. Cuando los instrumentos se colocan para la competencia, y los premios están a punto de entregarse, la conciencia de Sandro lo sacude y, llamando al lisiado, confiesa su hazaña. Filippo estalla en una risa burlona, ​​diciéndole lo que él mismo había hecho, y ahora lo ha hechado todo a perder. Se dicta sentencia y Filippo es, por supuesto, el vencedor. La cadena se coloca alrededor de su cuello y la mano de Giannina se coloca en la suya. Pero además, siente que ella retrocede, y pensando solo en su felicidad, estrella su violín sobre su rodilla, poniéndose así fuera del concurso y convirtiendo a Sandro en el ganador. Luego coloca la cadena alrededor del cuello de Sandro y, entregándole a la chica, sale corriendo del pasillo. Finalmente lo vemos solo en su habitación, roto y abatido, pero contento con la idea de que él la ha hecho feliz.