La pasta base es una droga que ha causado estragos en la sociedad. Uruguay afronta un obstáculo significativo en la lucha del desarrollo del país, la pasta.

En el año 2002, el país se vio inmerso en una crisis económica que generó el caldo de cultivo para la propagación de esta droga.

Silvia es psicóloga y trabaja con personas que quieren dejar atrás su adicción. Para Germán Rodríguez, exadicto, enfrentar su situación de consumidor ha sido un largo camino, a sus 39 años lleva ocho meses de tratamiento para dejar atrás 25 años de consumo.

Hay personas que presentan características que los hace más propensos al uso de la sustancias.

La dependencia total a la pasta base sumada a la falta de interés por otro tipo de actividad genera un estilo de vida sumergido en la desesperación y delincuencia.

La dosis de pasta base es económica en comparación a otras drogas, lo cual la hace más accesible para quienes tienen menos recursos, pero al mismo tiempo es sumamente adictiva y su efecto es considerablemente corto. La necesidad de consumirla varias veces al día va marginando cada vez más a los usuarios.

La violencia no sólo es ejercida para conseguir una nueva dosis, sino que es mayor por quienes la venden.

Marcelo Rossal ha investigado esta temática y concluye que las políticas utilizadas hasta el momento están lejos de solucionar el problema y es necesaria una nueva mirada.

Hay quienes encuentran en su fuerza de voluntad una herramienta sustantiva para enfrentar su adicción y reconstruir su vida.

La culpa y la estigmatización están en la sociedad, pero también en los consumidores. El conocimiento y la comprensión de estos individuos pueden hacer la diferencia a la hora de abordar políticas que cambien su calidad de vida.