Madrid, 25 oct (EFE).- Un antiguo hospital siquiátrico del siglo XIX, tenebroso y olvidado, se ha trasladado a un circo donde los actores y acróbatas son los locos internos que utilizan su talento y demencia para arrancar carcajadas y aplausos a su público, todo esto en el montaje "Manicomio", de la compañía El Circo de los Horrores.
En una entrada intempestiva, los actores salen de detrás del escenario y, poco a poco, comienzan a interactuar con el público, que podrá ser sorprendido por zombies, payasos tenebrosos, sensuales enfermeras, y pacientes que parecen haber salido de una tumba.
A manera de pequeños actos, el público se interna poco a poco en la vida de ese manicomio, donde podrá ver a los personajes hacer actos de malabarismo, acrobacia, clown, contorsión y equilibrio.
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