Madrid, 5 feb (EFE).-
Llevar la imaginación hasta el límite parece ser una consigna de los jóvenes creadores de moda. Hoy, en la Madrid Fashion Week se ha visto mucho de imaginación, pero también de talento. Y las propuestas de los chicos del Ego nos han llevado desde la austeridad más absoluta hasta la fantasía y la innovación. Era la recta final de la pasarela madrileña.
Una de las más comentadas, "Cabeza de jabalí", la colección exclusivamente masculina de Itxone Elzo, inspirada en la caza y la taxidermia.
Tampoco dejaban indiferente los volúmenes exagerados del jiennense Leandro Cano, quien, evocando a su tierra, quiso llevar a la pasarela la memoria de su niñez entre olivos y huertos.
Pero la verdadera nota de color y de niñez la ponía Mercedes Castro, con prendas muy infantiles adaptadas a todas las edades.
La colección Geo de la firma "LE" nos acercaba a la naturaleza, mientras Stenerös ponía un toque de sensualidad y feminidad extrema en la pasarela.
La mayor austeridad se vio por la mañana, con las propuestas de Moisés Nieto inspiradas en los hábitos de los monjes; el contraste lo puso David del Río, que alegró la pasarela con una rica colección dominada por las piedras semipreciosas.
44 creadores han presentado sus propuestas en una nueva semana de la moda madrileña que hoy cierra sus puertas.
SEÑAL DEL DESFILE.
efe-cibeles-madrid fashion week-5 febrero-2012-pasarela
© EFE 2012. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.
Llevar la imaginación hasta el límite parece ser una consigna de los jóvenes creadores de moda. Hoy, en la Madrid Fashion Week se ha visto mucho de imaginación, pero también de talento. Y las propuestas de los chicos del Ego nos han llevado desde la austeridad más absoluta hasta la fantasía y la innovación. Era la recta final de la pasarela madrileña.
Una de las más comentadas, "Cabeza de jabalí", la colección exclusivamente masculina de Itxone Elzo, inspirada en la caza y la taxidermia.
Tampoco dejaban indiferente los volúmenes exagerados del jiennense Leandro Cano, quien, evocando a su tierra, quiso llevar a la pasarela la memoria de su niñez entre olivos y huertos.
Pero la verdadera nota de color y de niñez la ponía Mercedes Castro, con prendas muy infantiles adaptadas a todas las edades.
La colección Geo de la firma "LE" nos acercaba a la naturaleza, mientras Stenerös ponía un toque de sensualidad y feminidad extrema en la pasarela.
La mayor austeridad se vio por la mañana, con las propuestas de Moisés Nieto inspiradas en los hábitos de los monjes; el contraste lo puso David del Río, que alegró la pasarela con una rica colección dominada por las piedras semipreciosas.
44 creadores han presentado sus propuestas en una nueva semana de la moda madrileña que hoy cierra sus puertas.
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