Cerebro: La ilusion de la mano de goma
En 1998, Matthew Botvinick, de la Universidad de Pittsburgh, asistió a una reunión en la que la anfitriona, formando parte de un disfraz de Halloween, llevaba una mano de goma. A Botvinick, que se interesa por las formas en la que distinguimos nuestro cuerpo de otros objetos, se le ocurrió un experimento. Le pidió a otro invitado que ocultase una de sus manos tras una pantalla opaca; después, colocó la mano de goma al lado de la pantalla, a la vista de esa persona. Entonces Botvinick rozó simultáneamente con sendos pinceles la mano oculta y la mano de goma, el sujeto sintió como si la mano de goma fuese suya. Así nació la "ilusión de la mano de goma". Pero, ¿cómo funciona la ilusión? La visión del toque en la mano de goma "se adueña del sentido del tacto en la mano auténtica del sujeto". "La ilusión de la mano de goma demuestra que la integración de sentidos diferentes cuenta con potencia suficiente para engañar al cerebro y hacer que éste trate a una mano falsa como propia", afirma.
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Aprendizaje