Madrid, 24 nov (EFE).- El cineasta argentino Carlos Sorín se aleja de las historias pequeñas, íntimas y mínimas que caracterizan su obra para introducirse en el thriller con sabor a Hitchcock en "El gato desaparece", una experiencia en el cine de género que el director no piensa repetir, según asegura en una entrevista con Efe.
El filme ha sido un paréntesis, un cambio de registro "accidental", señala el realizador, quien asegura que abandonará esta vertiente "totalmente alejada del cine que le interesa" y volverá a esas películas "personales" en las que se siente "más comodo", como "Historias mínimas" (2002) o "La ventana" (2008).