Miles de chilenos volvieron a hacer sonar cacerolas la noche del 23 de agosto de 2011 en la víspera de un paro nacional de 48 horas convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor agrupación gremial del país, al que se adhieren estudiantes y profesores. Con peticiones que van desde una reforma constitucional hasta la disminución de impuestos a los combustibles, la movilización amenaza con convertirse en un reclamo generalizado contra el presidente Sebastián Piñera, el primer mandatario de derecha desde el retorno a la democracia en Chile en 1990.
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