Madrid, 9 jul (EFE).- Estadio Soccer City de Johannesburgo. 11 de julio de 2010. Majestuoso escenario para la final del primer Mundial disputado en África. El lugar y la fecha en que España entró en el olimpo de la gloria futbolística.
Con grandes dosis de agonía, Andrés Iniesta enganchó, a los 116 minutos, cuando los penaltis parecían inevitables, un potente derechazo para batir a Maarten Stekelenburg, un gol que puso fin a casi un siglo de sinsabores y llevó al país al delirio.
Desde la creación de la selección, en 1920, para los Juegos Olímpicos de Amberes, donde ganó la plata, hasta 2010, la bautizada como "Furia Roja" había vivido más penas que alegrías, aunque en Barcelona'92 conquistó el oro.