Abbottabad (Pakistán), 3 may (EFE).- (Imagen: Agustín Morales ). Horas después de que militares norteamericanos mataran a Osama Bin Laden, la indiferencia y la incredulidad predominaban en esta tranquila ciudad de montaña del norte paquistaní, escenario de la operación.
En el barrio residencial de Pilal, donde se encuentra la mansión en la que se refugiaba el líder de Al Qaeda, no pueden creerse que tuvieran de vecino al hombre más buscado del mundo, cuya muerte no ha roto la rutina en una ciudad de la que se habla en todo el globo.