Los niños están felices, establecen con ella una comunicación que fluye natural . Cien por ciento natural. Ninguno se queda sin su juguete. Keiko reparte desde el primero hasta el último. Hasta que las largas colas ,que mantienen en orden un escuadrón de camisetas naranja, prácticamente desaparecen con las primeras sombras de la noche. Parece no cansarse y sólo hace una pausa y sonríe ,aceptando, cuando más de una madre le pide una fotito con sus niños.
Keiko de esta manera les ha llevado una Navidad anticipada a miles de niños que, acompañados de sus padres, recibieron de mano de la propia Keiko el esperado juguete ,además de algunas golosinas.
En cada punto la escena se repetía: los niños que la llaman por su nombre con cariño, que la sienten cercana. Keiko terminó su jornada con la satisfacción de saber que miles de niños pobres pasarán una mejor Navidad este año.
Keiko de esta manera les ha llevado una Navidad anticipada a miles de niños que, acompañados de sus padres, recibieron de mano de la propia Keiko el esperado juguete ,además de algunas golosinas.
En cada punto la escena se repetía: los niños que la llaman por su nombre con cariño, que la sienten cercana. Keiko terminó su jornada con la satisfacción de saber que miles de niños pobres pasarán una mejor Navidad este año.
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