00:00En la historia en ruta, llegamos a Venezuela.
00:13¡Cruzamos el charco!
00:14¡Vámonos!
00:15¡Vámonos!
00:15¡Vámonos!
00:16A ver, no está pasando su mejor momento, pero en Navidad la ciudad se desboca.
00:22Respira con un altavoz encendido a medianoche.
00:25Vibra, zumba, se contonea, las luces bailotean como si las bombillas estuvieran echándose unos pasitos de salsa sobre los tejados.
00:36Parpadean como si intentaran acompañar el ritmo de las gaitas, ese género musical festivo que domina diciembre y que se escucha en radios, casas y fiestas familiares.
00:47Venezuela en Navidad es como la tía festera que siempre aparece en Nochebuena con regalos improvisados, carcajadas contagiosas y la capacidad mágica de arreglar cualquier silencio incómodo con un...
01:01¡Echales más alegría, mi amor!
01:03¡Eso!
01:04¡Venga, mi pana!
01:04Mi burrito sabanero es ese villancico que entra suavecito y sin darte cuenta te tiene ahí trotando por la gran sabana Camino de Belén.
01:28Y pensando, cuando llegue, ¿dónde pargo mi burrito?
01:31Porque habrá que llegar a un momento.
01:34Y sin venir a cuento te pones a gritar ese...
01:37Bueno, pues os tengo que decir que este Tuki Tuki Tuki Tuki Tuki es el primer loop infinito de la historia que ni los DJs de Electrónica han logrado superar.
01:52Ni tú puedes desinstalártelo del cerebro.
01:54Este Tuki Tuki lo compuso, bueno, este Tuki Tuki y toda la canción la compuso en 1972 Hugo Blanco, mago de los ritmos caribeños que decidió que a la Navidad le faltaba sabor tropical.
02:06Nada de coros solemnes.
02:07Imaginó un niño cruzando la gran sabana de Venezuela con un burrito feliz y un cuatro sonando para marcar el ritmo.
02:15Nació como canción infantil, con una estructura mínima, la letra tontorrona, el ritmo alegre y una melodía que avanza como un viajecito por la sabana.
02:24Y esa es la gracia, la sencillez.
02:27Es fácil de cantar, es fácil de recordar y es fácil de contagiar.
02:31Por eso se ha propagado por las fiestas, las radios y los recuerdos infantiles.
02:35Y hoy es el himno no oficial de la Navidad venezolana.
02:38Humilde, alegre y absolutamente imposible de olvidar.
02:42Mi burrito sabanero nació como una canción infantil destinada a un disco navideño.
03:06Hugo Blanco la tituló El burrito de Belén.
03:08Nada que ver.
03:09Nada que ver.
03:10Lo he hecho mejor es el burrito sabanero.
03:11La primera versión la grabó la Coral Infantil de Venezuela, por lo que se ve el tuki, tuki, tuki, tuki.
03:19Ese mantra navideño que te persigue tres días después de escucharlo no fue un hallazgo poético.
03:24¿No?
03:24No, os podría decir que sí, pero no.
03:26Fue un recurso rítmico improvisado para rellenar un hueco, esperando inspiración.
03:31O sea, el tuki, tuki, tuki, tuki, tuki, pensado, ya se me ocurrirá algo.
03:41Efectivamente, ahí estamos todavía esperando inspiración para ponerle la letra, ¿no?
03:46Bueno, pues resultó ser el hueco más rentable de la música venezolana.
03:50En 1975, Hugo Blanco decidió que el burrito necesitaba una puesta a punto y reclutó a unos críos del Coral Infantil de Venezuela.
03:59Los llamó La Rondallita y al frente puso a un niño de ocho años con voz de azúcar morena, Ricardo Cuenchi.
04:05Esa grabación se volvió un bombazo mundial.
04:17El tuki, tuki sonó en radios, supermercados, ascensores y hasta en planetas, donde no sabían qué era la Gran Sabana.
04:24Todo maravilloso, excepto para el dueño de esa voz, porque mientras el villancico generaba millones, Ricardo Cuenchi, el hombre, no vio ni un duro.
04:31¡Pobrecito, Ricardito!
04:33Pero pobre hombre.
04:34Cerito patatero, ni un triste burrito de juguete le dieron que ya les vale.
04:38Muy mal.
04:39Hombre, de adulto contó que aquella fue una mezcla de explotación y cuento chino.
04:43Claro.
04:43Él en la pobreza y su voz de niño facturando como ejecutiva de multinacional, que tampoco es esto, ¿eh?
04:49No, por suerte, el karma a veces se toma un cafetito y vuelve con fuerza.
04:55En los últimos años le han hecho homenajes oficiales y lo han invitado a cantar el villancico en público.
05:00Y ahí está Ricardo demostrando que el burrito sabanero no le pagó las facturas, pero nunca le robó la alegría de volver a Belén.
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