Crónicas de Tolkien: Los Mûmakil de Harad

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🌟 No te pierdas en RTBE Televisión  Crónicas de Tolkien: Los Mûmakil de Harad  Desde las arenas ardientes del sur llegaron los Mûmakil, criaturas tan enormes que hacían temblar la tierra con cada paso.  Conocidos por los hombres de Gondor como Olifantes, eran símbolos de guerra, miedo y poder.  Sumérgete en un mundo de épicas batallas, misterios ancestrales y héroes que desafían el destino. Descubre los secretos más profundos de la Tierra Media y vive la historia como nunca antes.    ⚔️ Intriga, aventura y magia te esperan en cada episodio. ¡Dale play y acompáñanos en esta increíble travesía!   Crónicas de Tolkien Riccardo Marotta

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00:30En el sur de Mordor vivían los poderosos olifantes o Mumakil, como los llamaban los Haradrim.

00:36Gigantescos y feroces, con patas como árboles, cuerpos más grandes que una casa, orejas como velas y trompas como enormes serpientes.

00:47De alguna manera los Haradrim lograron domesticarlos, convirtiéndolos en las bestias de guerra más temibles que jamás vio la Tierra Media.

00:55Ataron torres de madera sobre sus espaldas y los montaron para ir a la batalla.

01:01Enloquecidos por sus crueles amos, los Mumakil cargaban contra el enemigo, aplastando hombres y caballos bajo sus pies.

01:08Para la gente del oeste, eran sólo leyendas y historias contadas al calor del fuego.

01:14Pero Frodo y Sam vieron uno con sus propios ojos, rugiendo y arremetiendo entre los árboles.

01:20La bestia enfurecida destrozó su torre y desapareció entre los bosques, pisoteando todo a su paso.

01:27Más tarde los olifantes arrastraron torres y máquinas de guerra contra los muros de Minas Tirith,

01:33sirviendo como puntos de reunión para los Haradrim durante la batalla de los campos del Pelennor.

01:37Pero al final las grandes bestias fueron derrotadas cuando las fuerzas del oeste triunfaron.

01:44Los valientes arqueros de Rufín y Duilín dieron su vida enfrentándolos.

01:48Y mucho después de la guerra, Sam vagó por los claros de Genez Anún, esperando ver otro olifante, pero nunca volvió a verlo.

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