Una diputada de Vox generó sorpresa y debate en la Asamblea de Murcia debido a la forma en que se presentó durante la sesión plenaria celebrada este jueves. El contexto no era menor: se votaba una propuesta del partido liderado por Santiago Abascal destinada a vetar el uso del burka y el nicab en espacios públicos de la Región de Murcia.
La presencia de la diputada, llamativa por su indumentaria, acaparó miradas dentro del hemiciclo justo antes del debate sobre la iniciativa. Desde Vox defendían su propuesta argumentando motivos de seguridad y convivencia, mientras que otros grupos parlamentarios criticaban la medida por considerarla innecesaria y estigmatizante.
Tras las intervenciones de los distintos partidos, la propuesta fue finalmente rechazada, lo que generó nuevas reacciones en los pasillos del parlamento regional. La imagen de la diputada de Vox, convertida rápidamente en tema de conversación dentro y fuera de la Asamblea, terminó eclipsando el propio contenido de la votación.
El episodio ha reavivado el debate sobre el uso de símbolos religiosos en espacios públicos y sobre la estrategia política de Vox, especialmente en una región donde el partido mantiene una fuerte presencia institucional.
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