La vida, una lotería que nos confronta con la pérdida. Jaime Peñafiel comparte su sentir tras la muerte de su amigo íntimo, el reconocido periodista, escritor y poeta Alfonso Uncía. A sus 93 años, Peñafiel reflexiona sobre el paso del tiempo y la soledad que acompaña a la edad.
La partida de Alfonso Uncía, nieto del célebre escritor Muñoz Eka, deja un profundo vacío. Peñafiel recuerda la elegancia, el sentido del humor y la calidad humana de su amigo. Este evento doloroso se suma a otras pérdidas recientes, intensificando la percepción de que "algo de uno se va muriendo" con cada adiós.
Alfonso Uncía falleció repentinamente a los 67 años, una edad que Peñafiel compara con la suya propia de juventud. Esta disparidad de edades subraya la crudeza de la pérdida, invitando a una profunda reflexión sobre la mortalidad.
A pesar de la tristeza, el icónico periodista mantiene su característico optimismo. Comparte su deseo de no llegar a los 100 años, no por falta de ganas de vivir, sino por el desgaste que la vida impone. Anhela que sus telespectadores vivan tantos años como él, pero sobre todo, que disfruten de una vida tan feliz y optimista como la suya.
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