El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó este martes (2 de diciembre) una fuerte polémica durante una reunión del gabinete al atacar a inmigrantes somalíes y a sus representantes políticos. Trump calificó a los somalíes de "basura" que "no aportan nada" y cuestionó su contribución al país.
Durante la sesión, el mandatario criticó al gobernador de Minnesota, Tim Walz, a quien describió como un "hombre gravemente incompetente", y calificó a Somalia como un país donde la gente "simplemente corre matándose entre sí" y cuyo "país apesta". Estas declaraciones generaron preocupación por el lenguaje discriminatorio utilizado contra una comunidad específica.
Trump también dirigió sus críticas hacia la congresista demócrata Ilhan Omar, a quien llamó "basura", y acusó a sus amigos de "saquear" el estado de Minnesota con miles de millones de dólares en ayudas sociales. Según el presidente, estas prácticas afectan la seguridad y la economía local, y advirtió sobre las consecuencias de recibir inmigrantes que, según él, no contribuyen al país.
Las declaraciones del presidente Trump han generado reacciones inmediatas en redes sociales y medios internacionales, reavivando el debate sobre inmigración, racismo y responsabilidad política en Estados Unidos. Este episodio se suma a una serie de polémicas recientes sobre su retórica hacia comunidades inmigrantes y líderes opositores.
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