Quiero agradecer a Ricardo Zaragoza por la invitación, a Charata Hernandez por acompañarme con la guitarra, y al profe de malambo Fabricio Martínez, que me acompañó con el bombo.
Y gracias, Santa Cecilia, por darme ese instante simple pero con alma, donde la música nos recordó que lo sagrado habita en los gestos más sencillos… transformando una esquina normal en un templo, y un sábado común en un recuerdo que no se olvida. . . #cesarvale
Sé la primera persona en añadir un comentario