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#ValleSalvaje #Confesiones #Amanecer
🌅 Valle Salvaje Capítulo 308 – El amanecer trae consigo confesiones inesperadas, verdades guardadas durante años y conversaciones que pueden cambiar el destino de más de un personaje.
Entre lágrimas, sinceridad y el peso del pasado, varios habitantes del valle se enfrentan finalmente a lo que han callado por demasiado tiempo.

😱 En este avance exclusivo, veremos cómo la luz del alba ilumina secretos profundos, reconciliaciones posibles y decisiones que marcarán un antes y un después en sus vidas.

👑 Personajes principales: Adriana, Rafael, Mercedes, José Luis, Alejo, Victoria, Luisa.
Un episodio lleno de sensibilidad, vulnerabilidad y momentos decisivos donde la verdad se convierte en la única salida posible.

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#ValleSalvaje #Confesiones #Amanecer #Verdades #AvanceValleSalvaje #Drama #Telenovela #TVNRevisar #Capítulo308
Transcript
00:00El capítulo que había sacudido Valle Salvaje llegó a su fin dejando tras de sí un eco
00:07de tragedia que ningún habitante del valle olvidaría pronto.
00:12La caída emocional de Irene rechazada de manera devastadora por Leonardo abrió heridas
00:16profundas que revelaron no solo su vulnerabilidad sino también la humanidad que había ocultado
00:20bajo años de orgullo y dolor.
00:23Su confesión en brazos de Bárbara mostró un vínculo inesperado entre ambas mujeres
00:27una hermandad nacida del sufrimiento compartido.
00:31Al mismo tiempo la confrontación entre Matilde y Victoria marcó un punto de quiebre irreversible.
00:37Al llamar la basura Matilde no solo desafió la autoridad de la duquesa sino que también
00:41rompió la estructura de poder que había gobernado la casa grande durante años.
00:46Victoria humillada como nunca antes comenzó a tramar represalias que prometían teñir
00:50de sangre y venganza los próximos días.
00:53Sin embargo fue Alejo quien protagonizó el sacrificio más devastador.
00:59Al ver a Luisa agonizando en la celda comprendió que su amor debía transformarse en renuncia.
01:04Su decisión de entregar todo su futuro, su felicidad, su vida entera a cambio de la
01:08supervivencia de la mujer que ama reveló la profundidad de un amor que trasciende lo
01:12romántico y se sumerge en lo trágico.
01:15Valle Salvaje quedó marcado por estas decisiones por las lágrimas derramadas y por los silencios
01:20rotos. Las alianzas cambiantes, los secretos expuestos y las verdades dolorosas abrieron
01:26caminos inciertos. Y aunque algunos corazones fueron salvados otros quedaron mutilados para
01:31siempre. Pero así es la vida en este valle hermosa, cruel, impredecible. Y siempre lista
01:38para exigir otro sacrificio. El amanecer se filtraba con suavidad entre las cortinas de
01:43la habitación que compartían Bárbara e Irene teñido de un dorado tenue que parecía
01:48ajeno al torbellino emocional que ambas mujeres arrastraban. El silencio que las envolvía
01:53no era incómodo sino íntimo como si el simple hecho de haber sobrevivido juntas a tantas
01:58tempestades les hubiera otorgado una complicidad silenciosa. El beso que Irene había dado a
02:04Leonardo la noche anterior colgaba en el aire como una sombra que ninguna sabía exactamente
02:08cómo abordar. Y aún así estaban ahí sentadas en la misma cama compartiendo un espacio que
02:14pocas veces se permitían abrir tan profundamente. Irene tenía los ojos enrojecidos claramente había
02:20llorado. No lo ocultaba. No podía. Ese beso había sido una revelación un salto sin red una confesión
02:29muda que ahora la tenía enfrentando la vulnerabilidad más pura el miedo al rechazo. Bárbara frente a ella
02:36la observaba con esa mezcla de cariño preocupación y prudencia que siempre la había caracterizado.
02:41Ella conocía a Leonardo. Demasiado bien. Conocía su tendencia a desaparecer cuando la realidad se
02:49volvía incómoda su incapacidad para manejar emociones demasiado intensas su cobardía emocional.
02:55Debe sentirse muy incómodo dijo Bárbara finalmente con voz suave pero segura. Era una afirmación más que
03:02una suposición. Irene suspiró. Yo también me siento incómoda. Pero no me arrepiento. Había una
03:11fuerza nueva en su mirada una llama encendida por la valentía o la desesperación que la había llevado
03:16a actuar. Fui honesta. No voy a fingir que no siento lo que siento. Bárbara asintió aunque dentro
03:25de sí se revolvía a un eco de dolor. No por celos o al menos eso intentaba repetirse sino porque sabía
03:31cuánto podía herirla a Leonardo quizás sin siquiera proponérselo. Quizá te precipitaste murmuró. Irene
03:38ladeó el rostro con una mezcla de resignación y molestia. Fuiste tú quien me dijo que hablara con
03:44el de mis sentimientos recordó con un dejo de reproche. Bárbara abrió la boca para responder pero
03:50no encontró las palabras. Porque Irene tenía razón. Ella la había alentado a abrirse a ser valiente
03:58pero nunca imaginó que Irene cruzaría la frontera entre la palabra y la acción. Te dije que hablaras
04:04no que lo besara se corrigió Bárbara finalmente. Son cosas distintas. No lo se confesó Irene bajando
04:11la mirada. Supongo que quise demostrarle que mis sentimientos son reales. Que no estoy jugando. Una
04:20sombra de inseguridad atravesó su rostro. No quería que dudara de mí. El silencio que siguió fue denso
04:28casi físico. Ambas sabían que el beso cambiaría cosas que ese gesto impulsivo había colocado una
04:34grieta nueva en la historia que compartían con Leonardo y entre ellas mismas. Sin embargo también
04:40comprendían que lo hecho estaba hecho. Irene no podía borrar el beso así como Bárbara no podía borrar lo
04:46que sentía o lo que había sentido por el mismo hombre. La luz siguió entrando lentamente como
04:51si quisiera obligarlas a enfrentar el día que se abría ante ellas. Irene respiró hondo. No quiero
04:58esconderme Bárbara. No después de todo lo que hemos vivido. Lo se respondió la otra con suavidad. Por
05:07primera vez desde que comenzó la conversación Irene sonrió aunque era una sonrisa triste frágil.
05:12Pero tengo miedo. El él no siente lo mismo. Bárbara no respondió de inmediato. La verdad aunque Clara
05:21dolía en ambas direcciones. Sea como sea dijo finalmente estoy aquí contigo. Las palabras fueron
05:29un bálsamo. Un recordatorio de que a pesar de las heridas anteriores seguían siendo amigas. Amigas
05:36verdaderas. Unidas por el dolor la pérdida la esperanza y el amor por un hombre que nunca dejaba
05:42de complicarles la vida. Y mientras el sol terminaba de entrar en la habitación las dos mujeres comprendían
05:48aunque no lo dijeran que el día que comenzaba no sería más sencillo que la noche anterior. Pero al
05:54menos lo enfrentarían juntas. La mañana avanzaba con un ritmo extraño en la finca un equilibrio
06:00inestable entre la calma aparente y la tensión latente que se acumulaba en cada rincón de valle
06:05salvaje. Mientras Bárbara e Irene procesaban lo ocurrido en la habitación en el payol se desarrollaba
06:11una conversación completamente distinta cargada de urgencia y preocupación. Allí Damaso caminaba
06:17de un lado a otro con energía nerviosa como un animal atrapado en un corral demasiado pequeño.
06:22Mercedes lo observaba desde una mesa de madera brazos cruzados expresión alerta. Sabía reconocer
06:30ese tipo de agitación significaba problemas. Los jornaleros que contratamos hace unos días ya
06:36están protestando anunció Damaso finalmente deteniéndose para mirarla. Mercedes entrecerró los
06:42ojos. ¿Ahora qué ocurre? Damaso se pasó la mano por la frente como si quisiera borrar de ella la
06:49frustración. Dicen que están cansados de tantas idas y venidas. Las tierras donde trabajan están
06:56demasiado lejos. Temen que se planten y me abandonen. Mercedes comprendió enseguida la
07:03gravedad del asunto. Si los jornaleros se marchaban el trabajo quedaría a medias y la finca se vería
07:09envuelta en más caos del que ya de por sí sufría. Eso sería un desastre dijo y en su tono se adivinaba
07:15que su mente ya calculaba alternativas. Pero no hubo tiempo para seguir analizando la situación.
07:23El relato nos arrastraba hacia otra escena crucial la decisión de Irene de enfrentar a Leonardo
07:27directamente sin rodeo, sin testigos, sin más tiempo para huir de la verdad. Lo encontró en un
07:33rincón apartado de la mansión donde la luz entraba apenas a través de las ventanas altas dibujando
07:38sombras que parecían alargar la distancia entre ambos. La tensión en el ambiente era casi palpable
07:44como si cada palabra que no habían dicho aún pendiera en el aire esperando caer. Irene respiró
07:50hondo. No tenía intención de titubear. Le besé comenzó con voz firme pero vulnerable. Le besé porque
07:58deseo esta boda tanto como lo desean mis padres. Leonardo frunció el ceño sorprendido por la franqueza.
08:05Irene. Pero ella habló antes. Ya no puedo seguir negando lo que siento. Ya no puedo seguir
08:14escondiéndome. La franqueza de Irene habría conmovido a cualquiera pero Leonardo el hombre
08:19dividido entre la obligación la culpa y un corazón que no supo proteger solo sintió como una barrera
08:25fría se alzaba dentro de él. Lo siento dijo finalmente. Por un instante el corazón de Irene se
08:32iluminó ingenuamente esperanzado. Lo siente porque. Pero Leonardo completó la frase con la crudeza de un
08:39golpe seco. Lo siento pero no puedo decir lo mismo. Las palabras cayeron entre ellos como piedras rompiendo
08:47lo poco que aún podía sostenerse. Irene parpadeó tratando de mantener la compostura pero su rostro se
08:53tensó. No debería cerrarse insistió. Quizá con el tiempo con la convivencia. No la interrumpió él y esta
09:02vez su voz fue tan tajante que la cortó como un cuchillo. Eso no va a pasar nunca. Porque creo que puedo
09:09evitar esta boda. El mundo de Irene se derrumbó sin que nadie más lo advirtiera. Ni lágrimas ni gritos ni
09:17reproches solo un silencio soqueado una falla interna un vacío que se expandió en su pecho. Leonardo
09:23continuó decidido estoy trabajando para impedirlo. Su determinación no dejaba espacio para
09:29interpretaciones. Irene se quedó quieta demasiado herida para hablar demasiado orgullosa para suplicar
09:35demasiado humana para ocultar el temblor de sus manos. Mientras tanto en otra parte de la finca
09:41Victoria observaba desde la distancia a Mercedes y Damaso. La visión de ambos conversando con tanta
09:47complicidad le revolvía la sangre. Os creéis muy listos murmuró para sí misma pero no vais a poder
09:54conmigo. La duquesa nunca había tolerado sentirse excluida y menos aún amenazada. La conversación que
10:02escuchó una sola palabra solución fue suficiente para sembrar paranoia en su mente. Cuando Maceris y
10:08Damaso rieron con satisfacción Bechoa sintió que el poder que por años había controlado empezaba a
10:13resbalarle entre los dedos como arena húmeda. Con el seño fruncido y el orgullo herido regresó a la
10:19casa grande dispuesta a averiguar qué conspiración estaban tramando a sus espaldas. No sabía aún que
10:25su día estaba lejos de mejorar. La tensión en la casa grande crecía como una tormenta anunciada.
10:32Mientras en el payol Mercedes y Damaso buscaban soluciones prácticas para la finca Victoria caminaba
10:37por los pasillos con un paso rápido y nervioso la expresión endurecida por una mezcla de sospecha y
10:43furia contenida. Había escuchado apenas un fragmento de la conversación entre ellos suficiente para
10:48encender su imaginación paranoica he de reconocer que me ha satisfecho mucho su solución. Esa sola
10:55frase era un veneno que la corroía. ¿Qué solución que tramaban y contra quién? Bechoa jamás había tolerado
11:02que la dejaran fuera de algo pero menos aún soportaba pensar que dos personas a las que consideraba
11:07inferiores Mercedes la rival eterna y damaso el fantasma de su pasado pudieran estar tramando. Un
11:12plan que escapaba de su control. El poder era su único escudo, su única identidad, su única razón
11:18para caminar con la cabeza en alto. Y la posibilidad de perderlo hacía tambalear todo su mundo. Entró a la
11:26casa grande con la determinación feroz de un animal acorralado. No tardó en llamar al mayordomo.
11:33Francesco ordenó con voz cortante comparezca en mi despacho ahora mismo. Francesco llegó con la
11:40discreción que lo caracterizaba aunque al ver la expresión de la duquesa supo de inmediato que lo
11:44que venía no sería agradable. Bechoa lo observó un instante evaluándolo como quien observa un
11:50instrumento útil que podría romperse si no se maneja con cuidado. Hace unos días le pedí que fuera
11:56mis oídos en palacio comenzó. Sí señora respondió él con cautela. Bien, ahora quiero que sea también
12:04mis ojos. El estómago de Francisco se contrajó. Sobre que desea que vigile doña Victoria. Victoria se
12:14inclinó hacia él su voz baja y afilada. Todo lo que diga y haga don Atanasio. Francisco tragó saliva.
12:23Atanasio el secretario, el hombre que ya de por si trabajaba bajo presión constante ahora sería
12:27observado por la mirada más peligrosa de Valle Salvaje. Lo haré señora respondió aunque cada palabra le
12:34pesaba. Sabía que al aceptarlo se hundía un paso más en la red tóxica de obediencia y miedo que
12:40Bechoa había tejido desde hacía años. Mientras tanto lejos del veneno silencioso del despacho la
12:46tragedia se extendía en otros rincones de la finca. En la sala privada donde esperaba noticias Adriana
12:52estaba hecha un mar de lágrimas. De pie con las manos temblando luchaba por contener la angustia.
12:58Rafael sentado frente a ella intentaba consolarla pero cada frase de Adriana era un golpe al alma.
13:06Tendrías que haberle visto los ojos Rafael sollozó. No la reconocías. Parece una muerta en vida. La voz
13:15le falló. Las lágrimas siguieron cayendo. Rafael se levantó alarmado. A pesar de que conocía la gravedad
13:24de la situación de Luisa escuchar como su esposa describía su estado lo golpeó con una fuerza
13:28brutal. La imaginó allí débil consumida casi sin fuerzas para aferrarse a la vida. Un sentimiento
13:35de impotencia lo atravesó. No podemos contárselo ni a Alejo ni a Peppa insistió Adriana secándose las
13:42lágrimas. Luisa no quiere preocuparles. Prefiere cargar sola con su sufrimiento. Rafael asintió pero la
13:51tensión en su rostro mostraba su conflicto interno. Guardar un secreto así era un tormento
13:57sobre todo sabiendo cuánto sufría su hermano. Y ese tormento aumentó minutos después cuando Rafael
14:03se encontró con Alejo en el patio de la casa pequeña. Alejo lo vio y al instante supo que
14:08algo iba mal. Los ojos de Rafael incapaces de ocultar emociones lo traicionaban. Si ha sucedido
14:16algo con Luisa dijo Alejo con voz temblorosa te ruego que me lo cuentes. Sabes que yo haría lo
14:22mismo por ti. Rafael tragó saliva. El silencio que siguió fue casi insoportable. Estaba atrapado
14:30entre dos lealtades la promesa a su esposa y el amor por su hermano. Cada segundo que pasaba era
14:36una puñalada. Rafael insistió Alejo. Dímelo. Mientras la tensión entre los hermanos escalaba
14:45en el despacho Atanasio enfrentaba su propio infierno. Agotado sin dormir con la presión de
14:51Bechoia aplastándolo intentó explicar por qué el inventario no estaba terminado. Llevo la noche sin
14:57dormir para terminar el informe señora Bechoia no lo dejó terminar. Va a tenerlo esta noche o no. No lo
15:05sé doña Bechoia admitió derrotado. Pero Bechoia si lo sabía no le importaba si lo terminaba o no.
15:12Lo que quería era verlo doblegarse. En ese instante sin saberlo las piezas del valle entero
15:18comenzaban a alinearse espionaje secretos tensiones familiares tragedia en la cárcel. Todo llevaba hacia
15:24una sola dirección un estallido inevitable. Y aunque ninguno podía verlo todavía el primer trueno ya
15:31había sonado. El aire en el gabinete de la casa grande era espeso casi irrespirable. Bechoia estaba
15:38allí sentada con las manos elegantemente cruzadas sobre el regazo fingiendo una preocupación que no
15:43engañaba a nadie excepto a sí misma. Frente a ella Alejo permanecía de pie rígido con el rostro
15:49endurecido por días de angustia y noches sin dormir. Lo que había visto en la cárcel no se borraba fácilmente
15:55la imagen de Luisa consumida frágil casi sin vida lo perseguía como un fantasma. ¿Qué desdicha tan grande
16:02dijo Bechoia con ese tono impostado que utilizaba para jugar a ser la dama compasiva? Alejo parpadeó
16:08incrédulo antes de estallar. ¿Puede dejar ya esta farsa escopió con una mezcla de rabia y dolor? ¿A qué
16:16viene esta pantomima de preocuparse por Luisa? Victoria fingió sorpresa. Alejo no comprendo ese tono.
16:24¿Usted no soporta a Luisa? exclamó él clavándole la mirada. Nunca la soportó. Ni un solo día. El
16:33silencio que siguió fue más revelador que cualquier palabra. Bechoia no respondió. No podía. Ambos sabían
16:42que Alejo estaba diciendo la verdad. Mientras ese enfrentamiento tensaba el ambiente en el gabinete
16:48en otra habitación de la casa Adriana vivía un infierno distinto. Estaba llorando de pie con los
16:54hombros temblorosos. Rafael sentado en un sillón la observaba con preocupación creciente. Su esposa
17:02jamás se derrumbaba así sin un motivo devastador. Deberías haberle visto los ojos Rafael sollozó a
17:08Adriana. No la reconocerías. Parece una muerte en vida. Rafael sintió un golpe seco en el pecho. Tan
17:18mal está. Adriana asintió limpiándose las lágrimas con los dedos temblorosos. Si queremos evitar que
17:26todo esto empeore no podemos decirle nada ni a Alejo ni a Peppa. Luisa no quiere que sufran. Ese dilema
17:34moral quedó flotando entre ellos como una nube tormentosa. Rafael quería obedecer a su esposa pero
17:40también sabía que su hermano estaba a punto de quebrarse. Esa lucha interna lo acompañó hasta
17:46que minutos después se encontró cara a cara con Alejo. En el patio Alejo lo detuvo con un gesto
17:52urgente. Sus ojos enrojecidos por el llanto y la falta de sueño eran dos pozos de angustia.
17:58Rafael si ha pasado algo con Luisa te ruego que me lo digas. Haría lo mismo por ti. Rafael dudó.
18:08Tragó saliva. Miró el suelo. Miró a Alejo. Y el silencio se prolongó tanto que pareció un castigo.
18:18Rafael insistió a Alejo casi suplicante. Pero antes de que pudiera responder la narración nos
18:24arrastraba hacia otra esquina del infierno familiar. En el gabinete Becchoia había desplazado su atención
18:30hacia Atanasio. El pobre secretario entró cargando libros pergaminos y más ojeras que fuerzas. Había
18:38pasado la noche trabajando en el inventario pero aún así no estaba terminado. Se puede saber qué le
18:44sucede últimamente, espectó Becchoia con desdén. Su desempeño deja mucho que desear. Doña Becchoia
18:52llevo la noche sin dormir para acabar el informe. ¿Y por qué no está sobre mi mesa? Lo interrumpió sin
18:58piedad. ¿Cuál es su excusa esta vez? Atanasio bajó la cabeza derrotado. No era sólo el trabajo. Era
19:08el miedo constante, la humillación diaria, la presión insoportable que ella ejercía sobre él. Pero
19:14Becchoia no quería explicaciones. Sólo quería verlo romperse. Horas después en la casa pequeña
19:21Atanasio buscó refugio en Matilde. Tú y yo vamos a dejar pasar este asunto, dijo el cansado intentando
19:27evitar un conflicto mayor con Becchoia. Pero Matilde negó con la cabeza indignada. No, Atanasio. Esto es
19:36muy injusto. No podemos seguir permitiendo que nos humille. La conversación lejos de calmarlo
19:43encendió más su preocupación. Sabía que Matilde estaba llegando a su límite. Y cuando ella llegaba
19:51a su límite actuaba. Y así fue. Al caer la tarde Matilde llegó a la casa grande con la determinación
19:58de quien ya no teme las consecuencias. Entró a la sala y Victoria al verla se puso en pie de
20:04inmediato. ¿Qué haces tú aquí? exclamó la duquesa con voz gélida. Márchate antes de que ordene y que te
20:11arrastren fuera. Matilde no retrocedió ni un paso. Me iré cuando yo quiera. Esa sola frase hizo estallar
20:20la ira de Victoria. Nadie absolutamente nadie se atrevía a desafiarla así. ¿Cómo te atreves a hablarme así en
20:28mi propia casa? rugió. Y entonces ocurrió. El momento que cambiaría la dinámica de poder en
20:35valle salvaje. Casarse con un duque no la hace señora dijo Matilde con voz firme. Ni siquiera
20:42casada con el rey dejaría de ser lo que es. De hecho ella entrecerró los ojos venenosa. Y que soy
20:49Matilde recuerda Melo. Matilde la miró fijamente y pronunció la palabra prohibida. Basura doña Victoria.
20:58Eso es lo que es. Un silencio mortal descendió sobre la habitación. Por primera vez en mucho
21:05tiempo Becchoia quedó sin respiración, sin palabras, sin máscara. Y justo entonces Atanasio irrumpió para
21:12evitar que la tragedia estallara de inmediato. Pero ya era tarde. La guerra estaba declarada. El estallido
21:20que provocó Matilde con aquella palabra prohibida basura aún vibraba en las paredes de la casa grande
21:25incluso después de que Atanasio interviniera para evitar que Becchoia perdiera el control. Pero
21:31aunque la escena había terminado la tensión no se disolvió. Al contrario se extendió como un veneno
21:37silencioso por toda la finca afectando a quienes no habían sido testigos directos del enfrentamiento.
21:43En la casa pequeña Rafael caminaba de un lado a otro consumido por la inquietud. Las palabras de
21:49Adriana seguían resonando en su cabeza no podemos decirle nada a Alejo. Pero cada fibra de su ser
21:55gritaba lo contrario. Alejo merecía saber la verdad. Era su hermano su sangre la persona que daría la
22:03vida por él sin dudarlo. Como podía mirarlo a los ojos y seguir ocultando algo tan grave. Sin embargo
22:10la imagen de Adriana llorando lo frenaba una y otra vez. Nunca la había visto tan rota tan
22:16desesperada por proteger a Luisa incluso cuando esto significaba mentirles a quienes más amaban.
22:22Y justo cuando su conflicto parecía insostenible Alejo apareció en la entrada. Rafael lo llamó con
22:28voz temblorosa a pasado algo con Luisa. El corazón de Rafael dio un vuelco. La súplica en la mirada de
22:36Alejo lo golpeó con una fuerza devastadora. Como podía callar como podía mentirle. Alejo dio un paso más.
22:44Si ha sucedido algo te ruego que me lo digas. Rafael abrió la boca. Cerró la boca. Sus manos temblaban.
22:55Yo comenzó pero las palabras no salían. El conflicto lo desgarra por dentro. Podía sentir como la lealtad
23:03hacia Adriana chocaba de frente con la lealtad hacia su hermano como dos mareas opuestas arrastrándolo
23:08en direcciones irreconciliables. Rafael por favor insistió Alejo quebrándose visiblemente. No puedo
23:16soportar no saber. Y en ese instante Rafael cedió. No con palabras sino con el dolor en sus ojos. Alejo lo
23:25entendió sin que él dijera nada. La verdad se reveló en el silencio. Una sombra de horror cruzó el rostro de
23:33Alejo. Está tan mal como imagino verdad. Rafael apretó los labios incapaz de pronunciar una mentira
23:40o una confirmación. Ese silencio fue la respuesta. Mientras esto ocurría en el gabinete Atanasio
23:48enfrentaba su propio infierno. Había regresado a su escritorio después de detener el enfrentamiento
23:53entre Matilde y Vecchoia pero su mente no podía concentrarse en el inventario. Cada número se
23:59deshacía en la página. Cada letra parecía burlarse de su cansancio. Vecchoia en cambio no olvidaba el
24:07insulto recibido. Ese atrevimiento no quedará impune murmuró mientras servía una copa de vino sus dedos
24:14tensos alrededor del cristal. Sus pensamientos ya tejían posibilidades humillar a Matilde despedirla
24:20expulsarla de la propiedad destruir sus planes de boda todo se acumulaba en su mente como brasas
24:25ardientes. Y lo peor de todo ahora sospechaba aún más de Atanasio. Su rostro impasible cuando Matilde
24:32habló la rapidez con la que había acudido a defenderla la tensión en sus ojos Vecchoia lo había
24:37notado todo. En su despacho llamó a Francisco por segunda vez ese día. Quiero informes diarios sobre
24:44don Atanasio ordenó. Quiero saber con quién habla qué hace a dónde va. Francisco asintió aunque la idea
24:51de espiar al secretario lo llenaba de incomodidad. Sabía que cualquier paso en falso podía ponerlo
24:58a él también en la mira de la duquesa. Mientras tanto en la cocina un oasis de comedia se desarrollaba
25:04sin intención. Eva Amadeo y Pepa estaban en plena discusión sobre limonadas y catarros. Amadeo prepara
25:11más limonada que se ha acabado ordenó Eva. No protestó el pobre criado. Me está sentando muy bien el
25:19catarro. Pepa soltó una carcajada. Pues yo también quiero ponerme así de mala a ver si dejo de trabajar.
25:28Las risas compartidas sirvieron como un pequeño alivio en una casa cargada de tragedia. Pero la
25:34ligereza duró poco. Pepa notó algo extraño en el rostro de Rafael cuando entró a la cocina para tomar
25:40agua. Algo oscuro algo roto. Todo bien don Rafael preguntó ella. Él tardó unos segundos en responder.
25:50No murmuró finalmente. No, no está nada bien. Pepa entendió. Su corazón dio un salto inquieto.
26:00Luisa. Todo en esa mirada decía Luisa. Alejo por su parte caminaba hacia el despacho de su padre con
26:08un propósito que lo destrozaba por dentro. Había comprendido lo inevitable. Si quería salvar a la
26:15mujer que amaba tendría que hacerlo impensable sacrificar su propia felicidad. Y mientras se
26:20dirigía hacia ese destino la tormenta en Valle Salvaje continuaba formándose alimentada por secretos
26:25no dichos por amores imposibles por lealtades divididas. Nada volvería a ser igual. La tarde caía
26:33sobre la casa grande en un silencio extraño como si el aire mismo contuviera la respiración después
26:38de la explosión emocional que había provocado Matilde. La palabra prohibida basura seguía
26:44resonando en los muros en los pasillos en la mente de todos quienes la habían escuchado. Era una
26:49afrente imposible de ignorar un desafío que ninguna otra criada habría osado pronunciar en presencia de
26:55la duquesa de Valle Salvaje. Pero Matilde no era cualquier criada. Y de Choye no era cualquier
27:02adversaria. Tras la intervención desesperada de Atanasio Matilde regresó a la casa pequeña con
27:07el corazón latiéndole tan fuerte que parecía golpearle las costillas. No estaba arrepentida.
27:15No podía estarlo. Años de humillaciones, castigos, injustos, desprecios y amenazas habían acumulado en su
27:21interior una rabia que ya no cabía en su pecho. La palabra le había salido del alma como un acto
27:27de liberación tan instantáneo como irreversible. Atanasio la alcanzó al llegar. Estás loca, consiguió
27:35decir con la voz rota entre la preocupación y el miedo. Victoria Vechoia no va a olvidar lo que
27:41dijiste. Matilde lo miró con una calma que contrastaba brutalmente con la tormenta que acababa
27:46de desatarse. No me importa, dijo. Alguien tenía que decírselo. Pero tú no insistió el desesperado.
27:56¿Qué vamos a hacer si decide castigarte, si decide despedirte o algo peor? Matilde respiró hondo. Ya no
28:04voy a vivir con miedo a Atanasio. No más. Pero él sí tenía miedo. No por él mismo sino por ella. La amaba
28:14con una intensidad silenciosa profunda que lo había sostenido durante meses de trabajo extenuante y
28:19humillaciones constantes. Y ahora sentía que podía perderla por un acto de valentía que admiraba pero
28:25que lo aterraba al mismo tiempo. Mientras ellos hablaban de Vechoia caminaba por el gabinete como una
28:31fiera enjaulada. La copa de vino temblaba en su mano. Nadie la había visto así desde la muerte de
28:38Pilar. La furia la consumía como llama sin control. Basura. La palabra la había atravesado
28:46como un dardo envenenado arrancando capas de orgullo y poder. Cualquier Vechoia conocía su
28:52origen humilde. Lo había enterrado sepultado bajo títulos joyas vestidos y matrimonio. Había
28:59construido una vida entera para olvidar de dónde venía. Y Matilde una criada insolente había
29:05arrancado ese velo sin piedad. Va a apagarlo susurró Vechoia con una sonrisa helada. Va a apagar
29:13cada sílaba. Pero antes de actuar necesitaba información. Necesitaba entender por qué Matilde
29:20se había atrevido a atacarla así. Sospechas peligrosas comenzaron a formarse en su mente y
29:26pronto volvieron al mismo sospechoso de siempre Atanasio. Si Matilde tenía esa audacia que la
29:32alimentaba un aliado o un amante. Victoria llamó a Francisco nuevamente. Cuando él entró ella lo
29:39clavó con la mirada. Quiero un informe esta noche mismo sobre todo lo que haya dicho o hecho don
29:45Atanasio desde ayer ordenó. No me dejen nada fuera. Ni una palabra. Ni un gesto. Francisco tragó saliva.
29:55Estaba atrapado. Ayudar a Victoria significaba traicionar a quienes realmente apreciaba pero
30:02negarse significaba arriesgar la vida. Si doña Victoria. Mientras tanto en la cocina el rumor
30:09del enfrentamiento comenzaba a circular en susurros entre los criados. Eva fingía sorpresa. Amadeo
30:16temor. Epa indignación. Matilde hizo lo que muchos querrían hacer dijo Pepa con los brazos
30:22cruzados. Pero Victoria es rencorosa. Esto no va a quedar así. Eva se santiguó. Ojalá Dios la
30:32proteja. Esa mujer bechó y él no conoce límites. A unos metros de allí Rafael entraba con expresión
30:40sombría. No venía por agua ni por comida. Venía huyendo de sí mismo de la mirada desesperada de
30:47alejo de la verdad que aún no se atrevía a pronunciar. Pepa lo interceptó. ¿Qué pasa?
30:54preguntó con tono suave. ¿Tienes la cara de alguien que ha visto un fantasma? Rafael no pudo responder.
31:02Solo bajó la mirada. Pepa lo entendió todo ese silencio era un grito ahogado. Mientras la vida
31:09cotidiana seguía tambaleándose la atención volvía inevitablemente a la fuente de todas las tensiones
31:14la cárcel, el despacho de José Luis y la inminente decisión de Alejo. La palabra basura había sido la
31:21chispa del estallido emocional del día. Pero la tragedia mayor aún estaba por venir. Un corazón
31:28estaba a punto de romperse para siempre. Y otro estaba a punto de ser salvado. La noche cayó sobre
31:35valle salvaje como un manto espeso cargado de sombras que parecían observar desde cada esquina.
31:41En la casa grande el silencio se volvió casi sagrado pero no por tranquilidad sino por el
31:46peso de lo no dicho. Irene caminaba por los pasillos con pasos lentos arrastrando consigo
31:51la devastación de la conversación con Leonardo. Cada palabra de él sobre todo esas cinco que
31:57habían roto su corazón no puedo decir lo mismo resonaban en su cabeza como campanazos
32:01fúnebres. Buscó refugio en el único lugar donde sabía que no sería juzgada la habitación
32:07de Bárbara. Tocó apenas la puerta pero cuando Bárbara abrió supo al instante que algo terrible
32:13había sucedido. El rostro de Irene estaba descompuesto y sus ojos hinchados revelaban
32:19horas de llanto silencioso. Pasa dijo Bárbara con suavidad. En cuanto cruzó el umbral Irene se
32:26quebró. Las lágrimas volvieron con una fuerza incontenible como si su cuerpo ya no pudiera
32:31retener más dolor. Sé que no me hace bien estar a su lado murmuró entre sollozos pero daría lo que
32:37fuera por volver a verlo. Bárbara cerró la puerta y se acercó sin apuro sin miedo a ese dolor ajeno
32:43que también era de algún modo propio. Conocía ese tipo de herida. La había sentido en carne viva.
32:51¿Sabes lo que eso significa? Preguntó con ternura. ¿Qué le quieres mucho? Completó Bárbara. La voz de
32:59Irene se quebró aún más. No sabía que estaba tan profundamente enamorada no hasta que él dijo esas
33:05palabras. Me rompió el corazón Bárbara me lo rompió. Bárbara la abrazó sin pensarlo. Sus brazos
33:14ofrecían un abrigo emocional que no tenía que ver con el pasado ni con las complicaciones entre ellas. Era un
33:20abrazo honesto humano. Porque aunque ambas hubieran amado al mismo hombre el dolor de
33:25Irene era real. Y Bárbara no era una mujer cruel. No estás sola, susurró. Irene lloró un rato más antes
33:35de poder hablar. Lo peor es que yo nunca quise enamorarme de él. Nunca lo busqué. Solo pasó. Bárbara
33:44asintió comprendiéndolo profundamente. A veces el corazón decide antes que nosotras. Durante aquel
33:52viaje con él continuó Irene cuando mi padre nos obligó a viajar juntos pensé que sería un tormento.
33:58Pero él fue amable. Me hizo reír. Me escuchó. Creí que podría sanar. Bárbara sintió una punzada en el
34:08pecho. Sabía exactamente a qué viaje se refería. Lo había vivido desde la distancia con el alma
34:15desgarrada rezando porque Leonardo no olvidara lo que sentían el uno por el otro. Pero no dijo nada.
34:23No era momento para celos ni reproches. Y ahora dijo Irene con un suspiro tembloroso después de todo
34:29eso dice que nunca podrá sentir nada por mí. Bárbara bajó la mirada. Ella también conocía esa sensación.
34:37Ese muro invisible que Leonardo levantaba cuando más esperaba de él cuando más necesario era que
34:43luchara por lo que amaba. Como lo soportas tú preguntó Irene de pronto. Como soportas verlo cada
34:50día sabiendo que no puedes estar con él. Bárbara tragó saliva. La pregunta no era fácil. No lo sé.
35:00Hay días en que pienso que no puedo más. Que debería huir lejos. Pero encuentro fuerzas en
35:07las personas que dependen de mí. Y sigo adelante. Irene asintió lentamente. Eres más fuerte de lo que
35:16crees. Tú también lo eres respondió Bárbara con una sonrisa triste. Aunque ahora no lo sientas. Un largo
35:25silencio envolvió la habitación. Era un silencio distinto al del valle. Un silencio cálido protector de
35:31complicidad femenina en un mundo que solo les había ofrecido espinas. Puedo preguntarte algo Bárbara
35:38dijo Irene finalmente. Lo que quieras. Si Leonardo logra anular el compromiso lo perdonarías. La
35:46pregunta cayó como un rayo. Bárbara abrió la boca pero no salió ninguna palabra. No sabía la respuesta.
35:54O quizás si la sabía pero le daba miedo pronunciarla. No lo se confesó con sinceridad. Una parte de mí
36:03quiere decir que sí. Que lo perdonaría todo. Que comenzaríamos de nuevo. Pero otra parte recuerda
36:11el daño. Las mentiras. La cobardía. Irene bajó la vista. El amor no siempre es suficiente verdad.
36:22No respondió Bárbara. El amor es solo el principio. Lo que importan son las decisiones que construye sobre
36:30él. Las dos mujeres permanecieron abrazadas unos segundos más. Afuera el viento golpeaba las ventanas
36:37como si el valle entero quisiera entrar en esa habitación a escuchar la intimidad de su confesión.
36:43Pero entonces Irene dio un paso atrás y respiró hondo. Gracias por no odiarme. Bárbara sonrió con
36:50melancolía. Somos amigas. Las amigas se apoyan. Cuando Irene salió de la habitación Bárbara quedó
36:59mirando la puerta cerrada. No sabía si temer por su amiga o por el hombre que las había marcado a ambas.
37:05Y mientras tanto la noche seguía avanzando. Una noche que pronto exigiría sacrificios que
37:12romperían más de un corazón. La madrugada avanzaba con pasos lentos sobre valle salvaje
37:18envolviendo la finca en un silencio helado que presagiaba tragedia. Alejo caminaba hacia el despacho
37:24de su padre como un hombre que se dirige al patíbulo. Sus pasos eran torpes casi mecánicos pues lo que
37:30había visto en la cárcel había pulverizado todo rastro de cordura. La imagen de Luisa
37:36desplomándose su cuerpo frágil cayendo como una muñeca rota sus labios pálidos susurrando apenas
37:41su nombre antes de perder el conocimiento ese momento se había grabado en su alma con un dolor
37:45insoportable. Luisa despierta por favor su voz ese día había sido la de un niño suplicando a un dios
37:51sordo. Ahora ante la puerta del despacho de José Luis ya no era un niño. Era un hombre roto dispuesto
37:59a entregar todo lo que le quedaba. Y lo que le quedaba era justamente lo que más amaba. Entró sin
38:06tocar. José Luis levantó la vista con un gesto que mezclaba sorpresa y satisfacción anticipada.
38:13¿Qué quieres Alejo? preguntó con fría autoridad. Alejo tragó saliva. La palabra padre estaba atrapada
38:21en algún rincón doloroso de su garganta. Necesito que saque a Luisa de esa celda. José Luis dejó la
38:28pluma y se reclinó en su silla disfrutando el momento. Y que me ofreces a cambio ya sabes que
38:34nada en esta vida es gratis. Alejo cerró los ojos un instante. El rostro de Luisa apareció en su mente
38:42sonriendo mientras recogía flores cantando suavemente para Evaristo mirándolo con amor en cada gesto
38:47cotidiano. Pensó también en el niño en la manera en que corría hacia él con los brazos abiertos.
38:54Eran su familia. Su vida. Todo. Pero si ella moría nada tendría sentido. Lo que quieras respondió
39:04finalmente con una voz que ya no sonaba como la suya. La sonrisa de José Luis fue casi imperceptible
39:10pero cruel. No me interesan riquezas tuyas. No tienes nada de valor para ofrecerme en ese
39:17terreno. Pero hay algo que sí puedes darme. Alejo levantó la mirada preparado para cualquier
39:24exigencia. José Luis entrelazó las manos. Renuncia a ella. El silencio fue absoluto. Ni el viento se
39:35atrevió a moverse. Renuncia a Luisa. Repitió el duque con delectación. No la verás más. No la
39:43buscarás. No intentarás estar con ella. Vuelve a tu sitio. A tu rango. A tu deber. Alejo sintió como
39:54si su corazón fuera arrancado de su pecho con un cuchillo sin filo. Eso es lo que quiere preguntó
40:00con la voz hecha pedazos. Eso es lo que siempre debió suceder respondió José Luis. Pero ahora
40:07al menos podrá salvarle la vida. Un nudo se formó en la garganta de Alejo. Una parte de él quería gritar
40:15golpear incendiar el mundo entero antes de aceptar. Otra parte la parte que miraba a Luisa tendida en el
40:21suelo de esa celda moribunda sabía que no había opción. Si la libero sin tu renuncia añadió el duque
40:28ella seguirá siendo un problema. Será usada en tu contra. Será una debilidad. Alejo apretó los puños.
40:38No le importaban las amenazas. Le importaba a ella. Yo titubeó. Respiró hondo tanto que sintió que los
40:47pulmones iban a estallar. Y finalmente dijo las palabras que lo destruirían para siempre. Yo renunciaré a
40:54ella. José Luis sonrió satisfecho como un rey que recibe la reverencia de un súbdito derrotado.
41:02Trato hecho. En cuanto pronunció esas dos palabras Alejo sintió que su alma se agrietaba. El dolor físico
41:10habría sido preferible. La muerte habría sido más misericordiosa. Pero lo hizo. Por ella. Horas después la
41:20cárcel estaba más fría que nunca. Los guardias abrieron la celda con una torpeza rutinaria sin
41:25saber que estaban presenciando el final de una historia de amor. Luisa seguía inconsciente su
41:31cuerpo tan ligero que parecía hecho de aire. Vamos murmuró uno de ellos mientras la cargaba. El duque
41:39ordenó que la saquemos. Peppa que había llegado justo a tiempo para intentar verla quedó paralizada al
41:45verla en ese estado. Luisa Dios mío Luisa. Pero incluso ella que la quería como hermana no sabía
41:52que la liberación llevaba consigo un precio demasiado alto. Alejo no estuvo allí para verla salir. No
42:00podía. Si la miraba una vez más y la escuchaba una vez más y sentía su mano en la suya rompería el
42:06pacto. Rompería su destino. Y Luisa moriría. Así que se quedó solo sentado en la escalera de la
42:14casa pequeña con los ojos llenos de lágrimas que se negaban a caer. Él había renunciado a su felicidad
42:20a cambio de darle a ella la vida.
42:44Gracias por ver el video.
42:50¡Gracias!
42:52¡Gracias!
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