00:00Tan duro como comprensible, Ilia Topuria, uno de los deportistas más relevantes y con más tirón no solo en nuestro país, sino en el gran circo de las artes marciales mixtas, se baja del octógono durante un tiempo indefinido.
00:14Al menos durante el primer trimestre del año 2026, lo que obliga a la UFC a recomponer su estrategia y a organizar un título interino en su división del peso ligero.
00:25No es un problema ni de salud, ni de dinero, ni de falta de motivación por los retos venideros, en los que aspira a ser campeón en tres categorías y además a formar parte de una velada histórica, prevista en la mismísima Casa Blanca de Donald Trump, uno de los grandes valedores de este deporte.
00:42Es algo más simple y más importante que todo esto, su familia.
00:45Recientemente divorciado, el peleador hispano-georgiano ha entendido, porque así se lo dicta a su corazón, que es momento de centrarse en no perder la estabilidad emocional.
00:57Es momento de estar cerca de sus hijos, de reorganizar sus prioridades y de colocar los pañales muy por delante de los cinturones del título mundial, ganados a pulso en el gimnasio, con esa forma tan particular de entender la competición.
01:10Suele decir Topuria que la pelea contra el rival de turno no es más que el momento de recoger todo lo sembrado en el campamento de preparación.
01:19Así las cosas nos quedamos sin uno de nuestros campeones durante un tiempo.
01:23Una oportunidad de oro para aspirantes a ocupar ese trono que deja vacante de forma provisional y con el que se va a reencontrar a buen seguro porque sigue siendo muy superior al resto.
01:33Una decisión libre, consciente, voluntaria y, en mi opinión, acertada.
01:39Si no eres capaz de tener en forma lo que se supone que mueve a las personas, los sentimientos, es imposible, salvo raras excepciones, tener en forma los músculos con los que afrontar la competición deportiva.
01:52Topuria volverá a sonreír junto a sus hijos para volver a hacer sufrir a Pimlet, a Macachef o a quien se cruce en su camino.
02:00Y es que la familia puede enfadarte como nadie, pero también hace que la vida merezca la pena.
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