La comisión de investigación sobre la operación Delorme en el Senado vivió en la jornada del 24 de noviembre de 2025 un capítulo surrealista con la comparecencia del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín (PSOE).
Este cargo político acudió a la Cámara Alta con la única intención de embarrar el terreno de juego parlamentario y no contestar a las preguntas que se le hicieron a lo largo de más de dos horas de comparecencia.
Pero el momento más tenso se produjo cuando le tocó el turno a Alfonso Serrano, senador del Partido Popular.
El simple hecho de que el representante de la formación conservadora tuviera una Coca-Cola sobre la mesa provocó que Martín empezase a desbarrar de manera incontrolada afeando al político del PP que tuviese una lata de ese refresco:
Está haciendo publicidad de una marca de bebidas, cuando debería de estar avergonzándose de ello.
Serrano, que precisamente no se calla una, respondió con contundencia:
Yo de lo que me avergonzaría es de compartir sobres con dinero público, pero vamos al objeto de la comparecencia. Le he hecho una pregunta muy sencilla. Fíjese, señor Martín, ¿es usted el delegado del Gobierno?
Francisco Martín, de manera irónica y mostrando una prepotencia absoluta, contestó de esta guisa:
Pensaba que usted había roto relaciones conmigo. No puede vivir sin mí. Ni conmigo ni sin mí, señor Serrano. Me alegra tenerle aquí para aclararle las cosas.
Pero aclarar, lo cierto, es que aclaró bien poco.
A cada pregunta de Alfonso Serrano sobre el tema de Begoña Gómez o su asesora, Cristina Álvarez, el delegado del Gobierno en Madrid guardó un sepulcral silencio o se limitó a decir que él no iba a entrar en cuestiones que estaban judicializadas.
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