El motivo de la polémica radica en que el Barça sometió a Lamine Yamal a un “procedimiento invasivo de radiofrecuencia” el lunes por la mañana, justo el día en que comenzaba la concentración de la selección, sin informar previamente a los médicos federativos. El objetivo del tratamiento era tratar su pubalgia, pero los médicos del club enviaron, ya con el jugador en Madrid, un informe en el que recomendaban reposo de entre 7 y 10 días.
La secuencia de los hechos fue la siguiente: el domingo por la noche, Lamine disputa prácticamente todo el partido en Vigo. A la mañana siguiente, se somete al procedimiento de radiofrecuencia, y la Federación se entera a las 13:47. Por la tarde, el jugador viaja a Madrid y se concentra en la Ciudad del Fútbol. Sin embargo, no fue hasta las 22:40 que los médicos de la selección recibieron el informe de sus colegas del Barça, donde se detallaba el tratamiento y la recomendación de reposo.
Tras una noche de máxima tensión, esta mañana se decidió desconvocar a Lamine y que regresara a Barcelona.
En su comunicado, la Real Federación Española de Fútbol subrayó: “Ante esta situación, y priorizando la salud, seguridad y bienestar del jugador, hemos decidido liberarlo de la presente convocatoria. Confiamos en que evolucione favorablemente y le deseamos una pronta y completa recuperación”. Aunque no se menciona al Barça, el comunicado refleja de manera clara la fricción que ha generado este conflicto.
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