Un joven que se hizo pasar por cliente aguardó la distracción de los empleados de un comercio y se dirigió directamente hasta el sector de lencería para tomar una buena cantidad de conjuntos de ropa interior femenina y esconderlo entre sus ropas.
Una vez que ocultó las prendas, salió del lugar como si nada sin sospechar que su accionar estaba siendo monitoreado por las cámaras de seguridad.
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