El primer concursante de Soria en Gran Hermano, Raúl Martínez, ya tiene a la audiencia soliviantada tras confesar "travesuras" que incluían matar ovejas mediante el lanzamiento de petardos. De hecho ya se pide la expulsión del concurso. En su presentación repasó la infancia de un niño "muy travieso" con acciones "desde romper todas las farolas de su pueblo con la pistola de balines a matar ovejas con petardos al pastor de su pueblo, ese tipo de travesuras". Unas declaraciones que generaron caras de estupor entre sus compañeros. Martínez resumió que "mi infancia se basa en jugar al fútbol y estudiar soñando con algún día ser futbolista profesional", aunque después su vida transcurrió por otros derroteros.
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