El uso de teléfonos celulares en manos de los presos volvió a ponerse en debate tras conocerse la noticia de que una joven, quien fue condenada por ser partícipe del macabro asesinato de su novio de dieciocho años, utiliza las redes sociales para amenazar a la familia de la joven víctima.
¿Quién controla el acceso a los dispositivos? ¿Por qué nadie actúa ante este tipo de conducta absolutamente inescrupulosa?
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