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00:00Hola a todos, bienvenidos una vez más a este canal donde desentrañamos los secretos más
00:05oscuros y apasionantes de asterisco asterisco los hilos del pasado asterisco asterisco.
00:11Si eres nuevo, suscríbete y activa la campanita porque este capítulo 34 está lleno de emociones,
00:18traiciones y amores imposibles. La historia arranca con un aire de tensión que se puede
00:23cortar con un cuchillo. Salvador promete avisar en cuanto tenga noticias de la investigación,
00:28pero Carolina apenas logra ocultar su ansiedad. Mientras tanto, en otra esquina del destino,
00:35Cristina intenta mantener la calma, aunque sus ojos delatan la tristeza más profunda.
00:41Asterisco asterisco Carlos estuvo allí asterisco asterisco, frente a ella, y ahora sabe que ha
00:47sido la última vez que podrá mirarlo antes de que se case con otra mujer. Marisol y Lorena intentan
00:52animarla, pero nada puede reparar el vacío que ha dejado ese adiós. Cristina siente que su
00:58mundo se ha derrumbado y que el amor que alguna vez la hizo brillar ahora la consume lentamente.
01:04Ella misma lo dice con resignación, no volverá a verlo, y esa certeza la rompe por dentro.
01:10Mientras tanto, en la otra cara de la moneda, Tamara se enfrenta a un momento que marcará su
01:16destino. Leonardo, el hombre con el que alguna vez compartió secretos prohibidos, aparece inesperadamente
01:23en su casa. Con una sonrisa cargada de veneno le recuerda que es su última noche como soltera,
01:29insinuando que no puede dejarla sola en una noche tan importante. Tamara intenta echarlo,
01:35pero Leonardo insiste, manipulándola con cada palabra, con cada mirada. Le ofrece una copa para
01:42celebrar su triunfo, haber conseguido que Carlos se case con ella. Sin embargo, Tamara intenta
01:49resistirse. Está nerviosa, temerosa, pero también atrapada en una telaraña de deseo y culpa. Leonardo
01:57la acorrala, y en un momento de debilidad, Tamara cede y lo besa. Ese beso, robado entre la oscuridad
02:04y el silencio, será la marca imborrable de su traición. Cuando Leonardo se marcha, deja tras de
02:11sí un eco cargado de promesas rotas. Tamara sabe que ha cometido un error imperdonable, pero trata de
02:17convencerse de que todo ha terminado. Sin embargo, lo que no sabe es que el destino siempre cobra sus
02:23deudas, y que cada mentira deja un hilo suelto que tarde o temprano se revelará. Mientras tanto,
02:30Cristina lucha por reconstruirse. Catalina, siempre luminosa, intenta devolverle la esperanza. Le recuerda
02:38que su luz no puede apagarse, que cada alma llega a nuestra vida con una razón, una enseñanza. Pero
02:45Cristina apenas puede creerlo. El amor que siente por Carlos es tan grande que la devora, y ni las
02:51palabras de sus amigas logran arrancarle el dolor que lleva en el pecho. En otra escena, Carlos habla
02:57con su padre, Manuel. Le confiesa que, aunque ha prometido intentar ser feliz con Tamara, no lo
03:04consigue. Ni siquiera en los momentos más tranquilos junto a ella puede sentir lo que alguna vez sintió con
03:10Cristina. Sabe que lo que hace es por el bien de su hijo, por el deber de un padre que quiere darle
03:16un hogar estable. Pero dentro de su corazón solo hay vacío, nostalgia y un amor que se niega a morir.
03:23Manuel, con la sabiduría de los años, le aconseja no comparar, pero las comparaciones son inevitables
03:30cuando se ama de verdad. Carlos sabe que ha perdido algo que no podrá recuperar jamás. Lo más difícil no
03:37es casarse, confiesa, sino aceptar que nunca volverá a ser tan feliz como lo fue con Cristina. Y así,
03:44mientras unos intentan seguir adelante y otros se hunden en la culpa, asterisco asterisco los hilos
03:50del pasado asterisco asterisco siguen entrelazando sus destinos, uniendo corazones rotos, secretos y
03:56traiciones. Nada está escrito del todo. Lo que hoy parece un final podría ser solo el comienzo de algo
04:03mucho más oscuro. ¿Crees que Tamara podrá mantener su secreto? ¿O será ese beso con Leonardo el inicio
04:10de su caída? Cristina, aferrada a la fe, confiesa que esa es lo único que le da fuerza para seguir
04:16adelante. Mientras tanto, en otro rincón, Sandra se asegura de que Ricardo no olvide sus consejos.
04:24Ella, con su tono firme pero cariñoso, le recuerda que debe concentrarse en asterisco asterisco
04:30marisol asterisco asterisco, no en asterisco asterisco Lorena asterisco asterisco. Lo repite
04:36una y otra vez, como si quisiera grabarlo en su mente, pero Ricardo, confundido entre la razón y
04:42el corazón, se atreve a preguntar si acaso no habría una oportunidad con Lorena. Sandra lo detiene
04:48de inmediato, dejando claro que hay caminos que, si se cruzan, pueden traer más dolor que alegría.
04:54En medio de la fiesta, la música comienza a sonar. Las luces se mezclan con las risas y los suspiros,
05:02creando una atmósfera mágica. Catalina y Benjamín, entre pasos de baile, comparten una conversación que
05:09revela mucho más que simples palabras. Ella le dice que el baile requiere sincronía, ritmo y conexión,
05:16como la vida misma. Benjamín, con una mirada que denota melancolía, confiesa que bailar no sólo es
05:23moverse al compás de una canción, sino también saber asterisco asterisco cuando dejarse llevar
05:28asterisco asterisco. La tensión entre ellos crece, sus cuerpos se acercan, y el aire se llena de algo
05:35que podría ser el renacer de un sentimiento olvidado. Mientras tanto, Lorena busca desesperadamente
05:42a Ricardo. Lo encuentra, pero él parece distante, distraído, como si su mente estuviera en otro lugar.
05:49Dorina irrumpe con energía, emocionada por la música y el ambiente. Le pregunta por el sonido,
05:57lo alaba, y le menciona a su amigo, el responsable de ese éxito. Pero Ricardo apenas le presta atención,
06:04porque justo en ese momento, Marisol aparece ante él, y algo cambia. Ricardo se acerca a Marisol con
06:11una sonrisa tímida. La invita a bailar, y ella acepta con nerviosismo. En ese instante,
06:18Lorena los observa desde lejos, sintiendo como algo dentro de ella se rompe. No puede evitar comparar
06:25lo que fue con lo que ya no será. A su lado, Cristina intenta consolarla, pero sus palabras
06:31suenan vacías ante la evidente tensión. Lorena lo dice sin rodeos, esa fiesta no era lo que esperaba,
06:38y menos al ver a Ricardo tan concentrado en otra mujer. Marisol, nerviosa, pisa varias veces a Ricardo
06:45durante el baile. Ambos se ríen con complicidad. Esa torpeza inicial se transforma en ternura. La
06:53música cambia, y suena una canción que transporta a Ricardo al pasado. Es su canción favorita de la
06:59preparatoria, aquella que su madre ya no soportaba escuchar. Marisol sonríe, y por un momento, ambos se
07:07pierden en esa conexión inesperada. Lejos de la pista de baile, Salvador reza en silencio. Sus palabras
07:14son un reflejo del dolor que siente al ver a su hija Cristina sufrir por un amor imposible. Le pide
07:20a Dios que la guíe, que le devuelva la esperanza y que el hijo de Carolina, quien también carga con su
07:26propio peso, encuentre la felicidad. Pide que el corazón de Cristina no se apague, que no pierda
07:33la capacidad de amar, aunque la vida le haya arrebatado lo que más quería. Y mientras las plegarias
07:38suben al cielo, en el salón de baile los corazones laten con fuerza. Benjamín, con voz temblorosa,
07:46le confiesa a Catalina que hace mucho no sentía algo así. Ella se sorprende. Él le cuenta que la
07:52última vez que bailó fue con su esposa, su chaparrita, que ya no está. Sus palabras son dulces,
07:59tristes, pero sinceras. Catalina, emocionada, le responde que también siente algo que creía
08:06perdido. No puede explicarlo, solo sabe que no quiere que esa noche termine. El destino parece
08:13haber decidido entrelazar nuevamente los hilos de sus vidas. En medio de la música, la nostalgia y las
08:20segundas oportunidades, cada personaje se enfrenta a sus propias emociones. El amor que regresa, la
08:26esperanza que renace, la culpa que pesa y el futuro que, poco a poco, comienza a revelarse. Y así,
08:33entre luces y sombras, los hilos del pasado siguen tejiendo su red invisible, uniendo almas que creían
08:40haberlo perdido todo. Porque a veces, la vida nos hace bailar con personas que nos enseñan a sentir de
08:46nuevo, aunque el ritmo no siempre sea el mismo. ¿Crees que Ricardo logrará olvidar a Lorena y abrir su
08:52corazón a Marisol? ¿O el pasado volverá a enredar sus pasos? La noche continúa entre luces, música y
08:59risas. Ricardo y Marisol disfrutan de cada segundo en la pista de baile. Entre pasos torpes y carcajadas,
09:07el ambiente se vuelve ligero, casi mágico. Ella le cuenta anécdotas de la casa hogar, y él la escucha
09:14con atención, encantado por su espontaneidad. Pero de pronto, la armonía se quiebra, Lorena aparece. Sus
09:22ojos reflejan una mezcla de sorpresa y celos. Con una sonrisa forzada, se acerca y le recuerda a Ricardo
09:29que aún le debe un baile, uno que le había prometido tiempo atrás. Marisol, algo nerviosa, intenta
09:36explicar que sólo estaban conversando, pero Lorena no oculta su incomodidad. Con tono irónico, comenta que
09:43se les ve muy divertidos. Ricardo, intentando aliviar la tensión, bromea sobre la madre superiora del
09:50orfanato, pero el ambiente se siente cada vez más tenso. Y justo cuando Lorena cree que por fin tendrá
09:57su baile, Sandra irrumpe en la escena. Con una urgencia fingida, le pide a Ricardo ayuda con los
10:03cielos, y sin darle opción, se lo lleva del brazo. Lorena queda sola, mirando como él se aleja. Su orgullo
10:11se rompe en mil pedazos. Murmura entre dientes que no puede creer que le está rogando a un hombre.
10:18Y promete no volver a hacerlo. Marisol, mientras tanto, sigue con una sonrisa en los labios. Al día
10:25siguiente, no puede ocultar su entusiasmo cuando le cuenta a Cristina que la pasó increíble con
10:31Ricardo, que es encantador, atento y divertido. Pero Cristina apenas puede sonreír. Ella, todavía herida,
10:39le responde con serenidad, asegurándole que no se preocupe, que el tiempo curará todo.
10:45Lorena, en un intento por animar el ambiente, decide que es momento de hacer un pacto entre
10:51amigas. Levanta la voz y declara que en ese departamento ya no se derramarán lágrimas por
10:56tristeza, y mucho menos por hombres. Marisol y Cristina, entre risas, aceptan la regla. Prometen
11:04llorar solo por felicidad. Por un instante, el dolor se disuelve entre la complicidad femenina
11:10y el eco de la risa compartida. Pero lejos de ese refugio, en una casa llena de recuerdos,
11:17Carlos vive uno de los días más difíciles de su vida. Carolina, su madre, intenta reconfortarlo
11:23mientras él se prepara para un destino que no desea. Con la mirada perdida, Carlos le confiesa
11:30que no está seguro de estar haciendo lo correcto. Carolina lo abraza y le asegura que sí, que lo que
11:36hace lo convierte en un hombre honorable. Le dice que si ella hubiera tenido la oportunidad de cambiar
11:42su destino en el pasado, lo habría hecho. Con ternura, le pide que disfrute el momento, que piense
11:48en todo lo que está por venir. El bebé, la nueva etapa, el futuro. Pero en los ojos de Carlos no hay
11:55esperanza, solo resignación. Cuando ella le dice que será un honor llevarlo al altar, él apenas
12:02puede responder. Le recuerda que ella siempre será su madre, pase lo que pase. Y ambos se funden en un
12:09abrazo que es mitad consuelo, mitad despedida. Mientras tanto, la conversación entre las amigas
12:16continúa. Marisol no puede dejar de hablar de Ricardo. Le cuenta a Lorena que él no paró de bailar,
12:22que la hizo sentir libre, feliz. Entre risas confiesa que, aunque lo pisó más de una vez,
12:29él no se quejó ni un segundo. Su dulzura la desarma, y en su voz hay algo más que admiración.
12:36Hay emoción, hay deseo. Lorena la mira fijamente, y con una mezcla de ironía y curiosidad, le pregunta
12:43sin rodeos. A ver, Marisol, dime la verdad, ¿te gusta Ricardo? Marisol, tras un largo silencio,
12:50baja la mirada y sonríe con timidez. Lore, ¿sabes que sí? Y ahí, en esa simple confesión,
12:58el destino comienza a mover sus hilos otra vez. Porque lo que parecía un juego inocente pronto
13:04se convertirá en una tormenta emocional que arrastrará a todos. Ricardo, atrapado entre
13:10dos mujeres. Marisol, descubriendo un amor que podría costarle la amistad más importante de su
13:16vida. Y Lorena, enfrentando el dolor de ver cómo su corazón se le escapa de las manos. Cada sonrisa,
13:23cada mirada, cada paso en la pista de baile, ha desatado una cadena de sentimientos imposibles
13:29de detener. Los hilos del pasado vuelven a tensarse, recordándonos que en esta historia,
13:35el amor nunca llega sin consecuencias. En el resplandor dorado de una mañana que parecía
13:40prometer un nuevo comienzo, las emociones comenzaban a desbordarse entre los protagonistas de esta
13:46historia. Lorena, con su actitud desafiante, no podía ocultar su incomodidad cuando Marisol,
13:53entre risas tímidas, le confesó lo que empezaba a sentir por Ricardo. El aire se volvió tenso,
14:00como si un hilo invisible de rivalidad empezara a formarse entre ambas. Lorena intentaba mantener
14:06su calma, pero sus palabras salían impregnadas de celos. Marisol, en cambio, mostraba esa inocente
14:13sinceridad que sólo tienen los corazones recién enamorados. Mientras las dos amigas debatían sobre
14:19si estaba bien o mal acercarse a Ricardo, Cristina observaba todo en silencio, con esa mirada sabia de
14:26quien ya ha vivido desilusiones. Pero cuando la conversación empezó a subir de tono, intervino con
14:32firmeza. Su voz se impuso sobre el murmullo, recordándoles que los hombres van y vienen,
14:38pero las verdaderas amistades deben perdurar. Sin embargo, ni siquiera sus palabras lograron
14:44borrar el peso de lo que ya se había dicho. Algo en el aire había cambiado. En otro lugar,
14:50mientras tanto, Carlos caminaba hacia el altar del brazo de su madre Carolina, con el corazón dividido
14:57entre la razón y los sentimientos. Cada paso era una carga, un recordatorio del sacrificio que estaba
15:03a punto de hacer. La iglesia resplandecía, los invitados sonreían, pero dentro de él sólo reinaba
15:10el silencio. Tamara, con su vestido blanco y una sonrisa calculada, avanzaba al lado de su madre
15:17Rebeca, convencida de que ese día marcaría el inicio de la vida que siempre soñó. Cuando los dos se
15:23encontraron frente al altar, el padre elevó su voz solemne, invitando al compromiso eterno.
15:29—Tamara, ¿aceptas a Carlos como tu esposo para amarlo y respetarlo? —preguntó. Ella, sin dudar,
15:37respondió con un entusiasta sí, acepto. Pero cuando llegó el turno de Carlos, el tiempo pareció
15:44detenerse. Sus manos temblaron. Soltó las de Tamara y miró hacia su familia, buscando en sus ojos la
15:51aprobación que no encontraba en su corazón. Tras unos segundos eternos, respondió finalmente,
15:58sí, acepto. El sacerdote pidió las argollas y Manuel, junto a Carolina, se acercó con ellas.
16:06Pero entonces, Tamara, con un gesto impulsivo, tomó una de las argollas directamente de las manos
16:12de Carolina y se la colocó a Carlos, marcando así su dominio frente a todos. El silencio se apoderó de
16:19la iglesia por un instante antes de que los aplausos inundaran el lugar. Carlos, atrapado en
16:25su propio deber, le devolvió el gesto colocando el anillo en su mano. El Señor los ha unido en
16:31sagrado matrimonio. —Carlos, puedes besar a la novia —anunció el padre. Carlos apenas rozó los
16:38labios de Tamara, pero ella, deseosa de mostrar al mundo su triunfo, lo atrajó hacia sí y prolongó el
16:44beso. Los flashes estallaban, los aplausos crecían, y mientras tanto, el rostro de Carlos reflejaba una
16:52mezcla de resignación y promesa vacía. Tamara le susurró con voz firme. —Te prometo que te haré
16:58feliz, tendremos una familia hermosa. Ella sintió con una sonrisa débil, respondiendo apenas. —Te
17:05di mi palabra, y haré lo posible por cumplirla. Salieron juntos de la iglesia, bajo una lluvia de
17:12pétalos, convertidos oficialmente en marido y mujer, aunque sus corazones latían en ritmos
17:18opuestos. Lejos de allí, en un rincón del salón donde más tarde se celebraría la recepción,
17:24Ricardo hablaba animadamente con Catalina. —Oye, me pasó algo muy raro anoche —confesó.
17:32Iba a pasar un rato con Sul, pero terminé bailando toda la fiesta con Marisol. Sus palabras dejaron
17:39entrever algo más que simple sorpresa. Había una chispa en su voz, una emoción nueva que apenas
17:44empezaba a reconocer. Catalina lo miró con curiosidad, notando en su rostro el brillo de
17:50quien, sin darse cuenta, empieza a enredarse en los hilos del destino. Y así, mientras una boda
17:57sellaba un compromiso incierto, otra historia de amor nacía en silencio, tejida con los hilos del pasado
18:03y el eco de sentimientos que, aunque reprimidos, pronto se convertirían en la fuerza que movería
18:09todos los destinos. La noche anterior había dejado huellas profundas en los corazones de todos.
18:16Ricardo no podía dejar de pensar en Marisol. Su sonrisa, su forma de hablar, esa energía tan
18:22genuina que parecía iluminar cada rincón donde entraba. Mientras conversaba con Sandra,
18:28trataba de disimular lo que sentía, pero era evidente. Con un brillo en los ojos,
18:34le confesó que Marisol le parecía una chica increíble, llena de vida y dulzura. Sandra,
18:40con su habitual aire misterioso, le preguntó con tono burlón sobre qué habían hablado,
18:46pero la curiosidad en su voz era real. Ricardo le contó que conversaron de todo. De sus gustos,
18:52de las historias del orfanato, incluso le había enseñado algunos pasos de baile. Fue una charla
18:58ligera, pero significativa, de esas que sin darte cuenta te conectan con alguien a un nivel más
19:04profundo. Sandra sonrió enigmática y respondió que no se preocupara, que el universo, y ella misma,
19:11ya estaban moviendo los hilos necesarios para que todo encajara en su sitio. Mientras tanto,
19:17en otra parte de la ciudad, Romina y Omar disfrutaban de una tarde tranquila. Él acababa
19:23de conocer a toda la familia de ella y lo mencionó con una sonrisa. Romina explicó que en su fiesta
19:29anterior faltaron algunos familiares, pero ahora todos estaban presentes. Cuando Omar le preguntó
19:36sobre su madre, Romina bajó la mirada. Contó que su madre no tenía familia, o al menos eso decía.
19:43Que solo tuvo una madrina a la que amaba mucho, pero que había fallecido hacía tiempo. Desde muy joven,
19:50su madre se había alejado de su pueblo y cortó toda comunicación con los suyos. Omar la miró
19:56sorprendido y dijo que su padre era igual. Un hombre reservado que nunca hablaba de su pasado.
20:02Romina sonrió con tristeza y añadió que, en realidad, los tres, su madre, su hermano y ella,
20:08eran todo lo que tenían. Por otro lado, Cristina y Marisol llegaban a la casa hogar con cajas llenas
20:15de juguetes. Al verlas, el padre Salvador sonrió ampliamente. Cristina explicó que se había sentido
20:22un poco mal y prefirió ir a pasar tiempo con las niñas. Dijo que estar allí siempre le traía paz.
20:29Salvador la miró con ternura y le respondió que había hecho lo correcto, que no hay mejor medicina
20:35que alimentar al corazón con lo que lo hace feliz. Mientras Marisol se alejaba jugando con las
20:40pequeñas, Cristina, con un suspiro, confesó, a esta hora, Carlos ya debe ser esposo de Tamara.
20:48El sacerdote la escuchó con calma y le dijo que todo sucede por una razón, que a veces los planes
20:54de Dios son misteriosos, pero siempre perfectos. Cristina, con una sonrisa forzada, comentó que
21:01esperaba que el destino le tuviera preparado algo bueno, tal vez una carrera exitosa como modelo,
21:07pero lejos de allí, porque ya no quería sufrir por amor. El padre Salvador respondió con palabras
21:13llenas de sabiduría. El amor, Cristina, es el acto de fe más grande que existe. Primero, encontrarlo,
21:21luego, mantenerlo vivo. Es un milagro que no todos saben conservar. Mírame a mí, no pierdo la fe en
21:28hallar a mi hija. Cristina prometió seguir rezando por él, y Salvador, con una mirada serena, le dijo
21:36que también pediría por la sanación de su corazón. Mientras tanto, en la recepción de la boda, Carlos
21:42y Tamara entraban tomados de la mano entre los aplausos de todos los invitados. Las luces, la música
21:49y el lujo del salón hacían que todo pareciera perfecto. Un invitado levantó su copa y brindó por
21:55los recién casados. Tamara, desbordante de orgullo, tomó una copa de champán y bebió. Carlos la miró
22:02sorprendido y le preguntó qué hacía. Ella, sin preocupación alguna, respondió que estaba celebrando
22:09su matrimonio. Él, con voz firme, le recordó que no debía beber, que el alcohol podía hacerle daño
22:16al bebé. Pero Tamara, con una sonrisa arrogante, contestó, hoy es el día más feliz de mi vida,
22:23y pienso celebrarlo. Levantó la copa frente a todos y exclamó un salud, antes de beberla entera,
22:31ignorando las miradas preocupadas de Carolina y Manuel. Su gesto dejó un silencio incómodo entre
22:37los presentes, pero Tamara lo disimuló con una carcajada y una falsa alegría. Carlos, en cambio,
22:43sintió una punzada en el pecho. Algo en su interior le decía que ese matrimonio comenzaba
22:49bajo una sombra que pronto crecería. Mientras los brindis continuaban, en otro rincón, Benjamín
22:56llegaba con un ramo de flores para Catalina. Ella, sorprendida, preguntó qué significaban. Él,
23:03con una sonrisa sincera, explicó que eran una forma de agradecerle por el baile de la noche
23:09anterior. Admitió que nunca pensó que volvería a disfrutar tanto algo tan simple. Catalina,
23:15conmovida, le preguntó si realmente había disfrutado bailar con ella. Benjamín la miró
23:21a los ojos y respondió. Mucho. El ambiente en la casa de Catalina estaba envuelto en una calma
23:28extraña, una de esas que anteceden a algo inesperado. Ella y Benjamín compartían un momento íntimo,
23:35una conversación que poco a poco se volvía más cercana, más sincera. Las miradas se entrelazaban
23:41y el silencio comenzaba a hablar por ellos. Benjamín se inclinó lentamente, dispuesto a besarla,
23:48cuando de pronto, un golpe en la puerta rompió la magia. Catalina dio un salto, nerviosa, y fue a
23:55abrir. Al otro lado estaba Lorena, con su habitual sonrisa irónica, preguntando si por casualidad
24:02Ricardo se encontraba allí. La tensión en el aire era evidente, lo que había sido un instante de
24:08conexión se transformó en confusión. Benjamín disimuló, mientras Catalina intentaba recuperar
24:14la compostura, pero el momento ya había desaparecido como arena entre los dedos. En otro punto de la
24:21ciudad, Romina y Omar vivían su propio instante de felicidad. Reían, se miraban, y por un momento
24:28todo lo demás parecía no importar. Fue entonces cuando apareció Leo, observándolos con una mezcla
24:35de sorpresa y ternura. Me encanta verte así, Romy, le dijo. Romina respondió que Omar era divertido,
24:43que le hacía olvidar las preocupaciones. Leo los miró con una sonrisa melancólica y agregó que le
24:49alegraba verlos juntos, a pesar de todos los comentarios y críticas que habían tenido que
24:54soportar. Romina suspiró, deseando que su madre pensara igual, pero Leo le aseguró que el tiempo
25:00lo curaría todo. Luego, con voz más seria, preguntó por el padre de Omar. Él respondió que no había
25:08podido asistir, que estaba ocupado con el trabajo. Pero Romina, con una mezcla de valentía y tristeza,
25:15interrumpió. No tienes que mentir, Omar. Sé que mi mamá no lo soporta, pero no me importa lo que
25:22piense. Yo siempre voy a estar contigo. Leo, con una mirada paternal, le dijo que hacía bien, que ya
25:30tenía edad para decidir con el corazón. Romina le agradeció, pero en el fondo sabía que esa historia
25:37de amor no sería sencilla. Mientras tanto, en la recepción de la boda, Carlos intentaba sonreír,
25:44rodeado de amigos y familiares. Tony, su mejor amigo, se acercó con una expresión sarcástica y
25:51un abrazo fraternal. ¿Cómo crees que iba a faltar? Dijo con un tono entre broma y verdad. Sé que estás
25:58cometiendo un gran error, pero no me perdería la boda del año. Así que, mi más sentido pésame.
26:05Carlos sonrió débilmente, entendiendo la ironía oculta en esas palabras. Romina, que también estaba
26:12allí, asintió con una risa tensa. Concuerdo contigo, Tony. No lo pudiste haber dicho mejor.
26:20Tony miró a Omar y le habló en voz baja. Ubicas a esas niñas consentidas, insoportables,
26:27que nunca escucharon un no, pero que en el fondo son buenas personas. Omar asintió con duda. Tony
26:33continuó. Pues Tamara no es una de ellas. En el fondo, es mala. Muy mala. Y aquí mi amigo no
26:42solo se casó con ella. También decidió tener un hijo. Romina, al escuchar eso, hizo la señal de
26:49la cruz entre risas nerviosas. Dios no quiera que ese niño se parezca a Tamara. Mientras tanto,
26:55en la mesa principal, Rebeca no podía ocultar su orgullo. Miraba a su hija con satisfacción y
27:02exclamaba. ¡Qué maravilla, hija! Esta es la boda que siempre soñé para ti. Al fin dejaste de hacer
27:09tonterías y supiste amarrar a alguien tan bueno como Carlos. Tamara, con un tono seco, le pidió que
27:16no empezara. Pero su madre insistió, señalando con orgullo el ambiente elegante que las rodeaba.
27:22Mira todo lo que conseguiste. Tamara, intentando mantener su imagen, sonrió y respondió que todo
27:29se debía a Carolina, quien se había encargado de organizar cada detalle. La tomó del brazo y la
27:35presentó como la responsable de aquella boda perfecta. Carolina, con una serenidad que solo
27:41ocultaba cansancio y resignación, respondió que lo hizo porque merecían comenzar su vida de casados
27:47de la mejor manera posible. Rebeca, sin notar la tensión en esas palabras, añadió con entusiasmo,
27:54son la mejor pareja, siempre lo supe. Me encanta que ahora seremos familia, aunque debo admitir que
28:01tuve mis dudas. Hubo una época en que Carlos no quería sentar cabeza. Tamara, con tono triunfante,
28:09interrumpió, pero como sea, ya estamos juntos y será para siempre. Carolina la miró con una sonrisa
28:16apagada, deseándole lo mejor. Les deseo que sean muy felices, mi cielo. Tamara, segura de
28:24sí misma, replicó. Ahora que estoy con el amor de mi vida, sé que así será. Tendremos una familia
28:31hermosa. Carolina asintió y se retiró discretamente, dejando que madre e hija celebraran su falso
28:38triunfo. Rebeca, al quedarse a solas con Tamara, la miró fijamente, con voz baja, le dijo, no lo
28:45arruines. Eh, celebra, disfruta, y asegúrate de mantener todo bajo control. Tamara levantó su copa
28:53con una sonrisa fría. Nadie lo notó, pero en sus ojos había algo más que orgullo. Había ambición. Y
29:01detrás de esa boda perfecta, los hilos del pasado comenzaban a tensarse otra vez, preparando el terreno
29:08para una verdad que, cuando saliera a la luz, podría destruirlos a todos. La noche que debía sellar la
29:14unión entre Tamara y Carlos se convierte en una espiral de descontrol, orgullo y secretos que amenazan
29:20con destruirlo todo. Rebeca, con su habitual tono de advertencia, le dice a su hija que más le vale
29:27comportarse con inteligencia, porque ni siquiera un hijo o una boda garantizan el amor eterno de un
29:33hombre. Pero Tamara, confiada en su astucia, jura que encontrará la manera de retener a Carlos,
29:39aunque tenga que desafiar las reglas del destino. Mientras tanto, en otro rincón de la historia,
29:46Lorena llega al departamento buscando a Ricardo con una excusa trivial sobre la música de la fiesta.
29:52Pero su mirada delata una intención más profunda. Catalina, amable pero observadora,
29:57la deja quedarse a esperar, sin imaginar el torbellino emocional que está a punto de desencadenarse.
30:04En la recepción, Tamara no suelta la copa. Cada sorbo parece un intento desesperado por llenar el
30:11vacío que ni el vestido blanco ni los aplausos pudieron ocultar. Su sonrisa se desvanece cuando
30:17aparece Leonardo, con esa voz seductora que mezcla veneno y deseo. Le recuerda su pasado,
30:23las noches que compartieron y la promesa de no separarse jamás. Tamara, nerviosa, intenta
30:29ignorarlo, pero su copa vuelve a vaciarse con rapidez. Leo se atreve a más, la felicita por su
30:36boda, insinuando que Carlos es un hombre aburrido, incapaz de mantener viva la pasión. Ella le pide que
30:43se calle, pero él lanza una última frase cargada de amenaza. Piensa en nuestro bebé. Esas palabras
30:50retumban en el aire, justo cuando Carlos se acerca. Tamara, furiosa, grita para acallarlo,
30:57pero su propio grito la delata. Carlos intenta mantener la compostura, pero el caos ya está
31:03servido. Leonardo se despide con falsa cortesía, mientras Tamara, tambaleante, se enfrenta a su
31:10esposo. Él le ruega que deje de beber, recordándole que está embarazada. Ella lo desafía, acusándolo
31:18de casarse solo por el hijo que esperan. Su voz se eleva, los invitados observan, y el
31:24brillo de la boda perfecta se transforma en un espectáculo de vergüenza. Tamara se resiste
31:30a ceder. Con una sonrisa temblorosa, le arrebata otra copa al mesero y levanta el brazo.
31:36¿Dónde está la fiesta? Grita, bailando entre los invitados, tratando de olvidar que el hombre
31:42que amaba la mira con decepción. Los flashes, las risas forzadas y la música alta no logran
31:48ocultar que todo se desmorona. Horas después, en el departamento, la calma aparente entre
31:54Ricardo, Catalina y Sandra solo sirve de contraste al caos que vive Tamara. Lorena vuelve a aparecer,
32:01buscando cualquier excusa para acercarse a Ricardo. Sandra, con una intuición aguda,
32:07la interrumpe, fingiendo una guardia inexistente para alejarla. Entre risas y miradas, el juego
32:14del amor se despliega en silencio, mientras en otro lugar Tamara continúa cayendo en el abismo que
32:20ella misma ha acabado. En el salón, la novia se tambalea entre los restos de la fiesta. Carlos la
32:26sostiene antes de que caiga al suelo. Ella insiste en que está bien, que no ha bebido tanto, que es su
32:33noche. Pero su voz se quiebra y su cuerpo ya no responde. Carlos, con el rostro lleno de tristeza,
32:40la toma en brazos y le susurra que es momento de irse. Tamara apenas alcanza a decir que esta es su
32:46fiesta, que nadie se la va a quitar. Sin embargo, lo único que le queda es el eco de una celebración
32:53que ya se ha convertido en ruina. Esa noche, el amor entre Carlos y Tamara muere antes de comenzar.
32:59En sus ojos, él ya no ve a una esposa, sino a una mujer perdida entre copas, mentiras y
33:06remordimientos. Y aunque ella crea tener el control, el hilo invisible del pasado comienza a tensarse,
33:13dispuesto a arrastrarla hacia un destino del que no habrá retorno. La noche que debía ser el comienzo
33:19de una historia de amor se convierte en un verdadero abismo para Tamara. Entre los ecos de la música y los
33:25murmullos de los invitados que ya se retiran, la novia, completamente fuera de sí, grita
33:31desesperada que no quiere irse. Su voz resuena entre risas incómodas y miradas de compasión,
33:37mientras Carlos, avergonzado, la sujeta casi a la fuerza. No hagas el ridículo, le susurra con tono
33:44firme, pero Tamara insiste entre lágrimas que no quiere marcharse. Al final, él no tiene más opción
33:51que cargarla y sacarla del lugar, dejando atrás la imagen perfecta de una boda que, en cuestión de
33:57horas, se ha convertido en un espectáculo de dolor. En otro rincón, Elena observa la escena y comenta
34:03con ternura que Carlos ha demostrado ser un buen hombre, fruto de la educación de Carolina y Manuel.
34:10Carolina, sin embargo, siente un nudo en el pecho. Recuerda su propia historia, los errores del pasado,
34:17y admite con amargura que si alguien la hubiera apoyado como ella ha apoyado a Tamara, su destino
34:22habría sido diferente. Elena intenta reconfortarla, recordándole que no puede corregir su pasado a
34:29través de su hijo. Pero Carolina, entre resignación y esperanza, se convence de que Tamara, a su manera,
34:37sabrá hacerlo feliz. Manuel llega, con la voz cargada de emoción. Agradece las felicitaciones,
34:43asegurando que ver a su hijo casado es motivo de orgullo. Sin embargo, en el fondo de su mirada
34:50hay duda. Solo espero que Tamara realmente lo haga feliz, murmura, sin imaginar lo que está a punto de
34:57ocurrir tras las paredes del nuevo hogar de la pareja. Carlos y Tamara entran al departamento. El
35:03silencio es pesado, incómodo. Ella, aún tambaleante, pregunta con tono infantil si él no va a cargarla
35:11como hacen los novios de las películas. Carlos, cansado y dolido, solo le pide que descanse. Pero
35:18Tamara, irritada, insiste. Quiere saber por qué él está tan distante. Entonces, la verdad explota.
35:27Carlos le recuerda que está embarazada y que debería cuidarse. Ella intenta justificarse,
35:33diciendo que solo brindó para celebrar el día más importante de su vida, que no fue para tanto. Luego,
35:39cambia de tema, soñando en voz alta con la luna de miel. Carlos, sin embargo, ya no puede más. Le
35:47recuerda el trato que hicieron, la promesa de cuidar al bebé. Le dice con firmeza que no puede
35:53comprometerse con alguien que no toma en serio su responsabilidad. Tamara, llena de ira, responde que
36:00el bebé está bien, que el verdadero problema es él, que todavía piensa en otra mujer. La tensión
36:06estalla. Su risa se vuelve amarga, casi histérica, mientras lo acusa de no amarla realmente. Carlos la
36:14observa con tristeza. Así no se puede hablar contigo, dice, y da media vuelta. Pero Tamara,
36:21desbordada por la frustración, le grita que deben acostumbrarse uno al otro porque estarán juntos toda
36:27la vida. Él, con voz cansada, le responde, no sabes lo que dices. Buenas noches, Tamarita punto. Cierra la
36:36puerta del dormitorio, y ella se queda sola, temblando de rabia y humillación. Entre sollozos, empieza a
36:44desgarrar su vestido, a tirar de su cabello, a destruir los restos del sueño que ya se ha convertido
36:50en pesadilla. Mientras tanto, en otro lugar, Lorena observa fotos en su teléfono con una sonrisa
36:56misteriosa. De pronto, llega Marisol, que al verla se enfurece. Dime que no estás viendo lo que creo
37:04que estás viendo, le dice con una mezcla de ira y celos. Lorena intenta justificarse, alegando que
37:11solo veía fotos de Manuel, pero la verdad es que las imágenes de la boda de Tamara y Carlos circulan ya
37:17por todos lados. Cristina entra en ese momento, y al notar el silencio incómodo, pregunta qué
37:23sucede. Lorena intenta ocultar el teléfono, pero ya es tarde. Cristina ve las fotos y su rostro se
37:30descompone. Así que si se casaron, soy una ilusa, murmura, mientras las lágrimas comienzan a resbalarle
37:38por las mejillas. Marisol intenta consolarla, diciéndole que la verdadera tonta es Carlos, no ella.
37:45Cristina, mirando la pantalla, apenas puede pronunciar las palabras. Se ve tan guapo. Pero
37:52Marisol, con amargura, la interrumpe. Sí, Cris, pero no está feliz. Y eso lo cambia todo. Así,
38:01mientras una mujer se desmorona por amor, otra se da cuenta de que el hombre que ama ha sellado su
38:06destino con la persona equivocada. Los hilos del pasado comienzan a enredarse una vez más,
38:12tejiendo un nuevo capítulo de mentiras, dolor y corazones rotos. La mañana amanece cargada de
38:19silencios rotos y emociones contenidas. Cristina, sola en su habitación, observa una foto de Carlos
38:26mientras su voz se quiebra entre susurros de dolor. Nadie lo va a amar como yo lo amé, confiesa,
38:32con lágrimas que caen sin control. Su alma parece debatirse entre la resignación y la esperanza. En un
38:39último intento de calma, levanta la mirada al cielo y ruega. Por favor, quítame este amor,
38:45arráncalo de mí, porque siento que ya no puedo más. Si tú decidiste apartarlo de mi camino, Dios mío,
38:52confío en ti, pero por favor, no me dejes con este vacío. Sus palabras se pierden en el aire,
38:59mientras su corazón sigue atado al hombre que ahora pertenece a otra. En otro lugar, Carlos despierta
39:06entre el eco de una noche amarga. Frente a él, Tamara duerme desordenadamente en el sofá,
39:12aún con el maquillaje corrido por las lágrimas y el olor del alcohol flotando en el aire. ¡Ay,
39:18Tamara! murmura el compesar, cubriéndola con una manta. Luego se queda en silencio,
39:24observando la escena, atrapado entre la culpa y el miedo. ¿Qué estoy haciendo? Ojalá no me haya
39:31equivocado. Susurra, consciente de que el amor no puede forzarse, y que lo que los une no es el
39:37corazón, sino un hijo que aún no ha nacido. Mientras tanto, lejos de los dramas del amor,
39:44Leo trama sus propios planes. En una lujosa oficina, conversa con su contador sobre grandes
39:50sumas de dinero. Manda todo a la cuenta en Panamá, ordena con frialdad. Y quiero que registres las
39:57regalías de las canciones que Manuel me cedió. Su tono es calculador, casi sin alma. Cuando el
40:04contador intenta preguntar por qué Manuel le dio esos derechos, Leo lo corta de inmediato. Eso no te
40:11importa. Solo haz tu trabajo. En el fondo, sus palabras son una promesa de ambición sin límites.
40:18Esto apenas comienza. Tendré mucho más. De vuelta en casa, Cristina recibe una llamada inesperada. Su
40:27rostro, aún empapado de tristeza, se ilumina por un instante. Es Alonso, dice, intentando disimular su
40:35nerviosismo. Le explica a sus amigas que él quiere verla para hablar de un proyecto con la señora
40:41Carolina. Lorena y Marisol, al escuchar el nombre, reaccionan con entusiasmo. ¿Tú y Alonso, solos?
40:49Pregunta una con picardía. Cristina ríe nerviosamente, pero aclara que se trata de trabajo. Sin embargo,
40:57sus amigas insisten. Tienes que ir, Cris. Te va a hacer bien distraerte. Salir, pensar en algo que no
41:05sea Carlos. Cristina asiente, aunque en su interior todavía late el peso del pasado. Sabe
41:12que no puede seguir encadenada a un amor que ya pertenece a otra mujer. Y tal vez ese encuentro
41:18con Alonso sea la chispa que necesita para recuperar su vida. En el departamento, Carlos
41:24prepara un té y despierta suavemente a Tamara. Ella abre los ojos con una mezcla de cansancio
41:30y arrepentimiento. ¿Cómo te sientes? Pregunta él. Muy mal, responde ella con voz apagada.
41:37Él la siente, sabiendo la respuesta antes de oírla. Te lo imaginé. Pero ahora tienes
41:44que escucharme. Tamara. No puedes tomar a la ligera tu embarazo. Ella, molesta, responde,
41:51no es por eso. Carlos, con paciencia que ya se agota, insiste, claro que sí. Todo esto
41:59lo hicimos por el bien de nuestro bebé. No puedes seguir bebiendo. Pero las palabras
42:05de él hieren más de lo que consuelan. Tamara, con la mirada encendida de celos y frustración,
42:11le lanza su verdad. El problema no es el bebé, es que tú no quieres estar conmigo. Casi no
42:17aceptaste casarte, ni siquiera frente al padre. ¿Crees que no lo noté? Carlos, cansado, levanta
42:25la voz, ya me casé contigo. ¿Qué más quieres que haga? Entonces Tamara estalla, gritando
42:32desde lo más profundo de su herida. Que me quieras, eso es lo que quiero. Que me ames
42:37con toda tu alma, con toda tu fuerza. Que no pienses en ella ni un segundo más. Su voz
42:44tiembla entre rabia y desesperación, mientras Carlos la observa sin saber qué responder.
42:49Porque aunque él quiera convencerla de lo contrario, ambos saben que ese amor nunca fue
42:55real. Y así, entre un amor que se desvanece y otro que se niega a morir, los hilos del pasado
43:01siguen entrelazando las vidas de todos. Ninguno imagina que lo peor está aún por venir. El
43:08destino apenas ha comenzado a tejer su telaraña, y cada decisión, cada mentira y cada lágrima,
43:14será parte del precio que todos tendrán que pagar.
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