Una decena de aficionados blancos se acercaron al vehículo del delantero francés aprovechando un semáforo en rojo para agradecerle por su partidazo en el Clásico. Anteriormente, Vinicius fue despedido entre pitos y aplausos, mientras que el padre de Huijsen hizo las delicias de los seguidores tocando el claxon para agradecerles su apoyo.
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