00:00El boxeador mexicano que inspiró un anime japonés, la noche que Japón se quedó en silencio, un joven mexicano de 24 años llega solo a Tokio, nadie compró su pelea, nadie creía en él, su madre había partido hace 6 meses, su entrenador estaba muy enfermo para acompañarlo, y frente a él, un campeón japonés en su propia casa, rodeado de miles que gritaban su nombre, parecía una misión imposible,
00:29pero lo que sucedió esa noche, cambió la historia del boxeo para siempre, y terminó inspirando un anime legendario, era el 25 de octubre de 1990, el Corakuen Hall de Tokio estaba repleto, Hideyuki Ohashi, el campeón mundial peso mínimo del CMB, defendía su corona por segunda vez, todo Japón esperaba otra victoria celebrada, del otro lado del ring, Ricardo Finito López, un desconocido de México que había viajado con el corazón roto y sin su maestro,
00:576 meses antes, había perdido a su madre, el dolor todavía era intenso, y su entrenador, el legendario Cuyo Hernández, el hombre que lo había formado, que creía en él más que nadie, estaba demasiado delicado de salud para hacer el viaje, pero antes de quedarse, le escribió todo, cada estrategia, cada movimiento, cada secreto para vencer a un campeón en su propia tierra,
01:19ni TV Azteca ni Televisa compraron los derechos de la pelea, para México, Ricardo era simplemente otro peleador más, otro nombre que se olvidaría después de competir en suelo extranjero, solo un periodista fue a despedirlo al aeropuerto, solo uno creyó que podía lograrlo, pero Ricardo subió a ese ring con algo que nadie vio venir,
01:38Con cada golpe que Ohashi lanzaba, López respondía con velocidad, con precisión, con una técnica tan refinada que parecía de otro nivel, el público japonés, siempre respetuoso y silencioso, comenzó a inquietarse, algo no estaba saliendo como esperaban, en el segundo round, Ohashi conectó un gancho fuerte, las piernas de López temblaron, el público se animó, parecía el principio del fin, pero Ricardo no cayó, se recompuso, respiró hondo,
02:03Y en ese momento, recordó las palabras de su maestro, boxea, eres más rápido, no te dejes atrapar, round tras round, López dominaba, sus jabs eran certeros, sus derechas poderosas, las tarjetas de los jueces al cuarto asalto mostraban lo increíble, 40 a 35, 39 a 36, todas a favor del mexicano, en territorio del rival, sin cobertura mediática, sin su entrenador, estaba ganando, y entonces, llegó el cuarto round,
02:32Un jab seguido de una derecha recta, Ohashi cayó a la lona, el coraco enjol, enmudeció por completo, el campeón se levantó rápido, pero algo había cambiado, la confianza se había quebrado, el quinto round fue espectacular, López ya no solo boxeaba, atacaba con inteligencia, un gancho de derecha mandó a Ohashi de rodilla,
02:51Se levantó a la cuenta de seis, tambaleándose, y entonces, vino la combinación que nadie olvidaría, jab, derecha recta, gancho de izquierda, perfecta, técnica, explosiva, Ohashi cayó por tercera vez, intentó levantarse a la cuenta de siete, pero sus piernas no respondían bien, se tambaleó hacia la esquina, el árbitro no tuvo más opción, detuvo la pelea a los dos minutos exactos del quinto round,
03:19Ricardo López saltó de alegría, se emocionó profundamente, corrió por el ring confundido, sin saber a qué esquina ir, su equipo lo abrazó con fuerza, su padre, quien nunca había imaginado que este momento llegaría, subió, y le colocó un sombrero de mariachi,
03:35Las banderas de México ondearon en pleno corazón de Tokio, durante la ceremonia, mientras un dirigente japonés leía su proclamación como nuevo campeón, Ricardo no pudo contenerse, las lágrimas salieron, pensó en su madre, en su maestro que lo seguía desde México, en todos los que no creyeron,
03:51Y en ese instante, frente a un público que minutos antes apoyaba al contrario, Japón se puso de pie, y lo aplaudió con respeto, Hideyuki Ohashi se acercó, lo felicitó, lo abrazó, y en ese gesto de deportividad, nació una leyenda,
04:05Esa noche, Ricardo Finito López, no solo ganó un campeonato, inició una carrera invicta de 51 peleas sin perder, 22 defensas del título, 26 peleas mundiales sin derrota, y su historia, su precisión, su perfección técnica, inspiraron al creador del anime, Hajime no Hippo, para desarrollar al personaje de Ricardo Martínez, el campeón mexicano invencible.
Sé la primera persona en añadir un comentario