00:00Totalmente de acuerdo. Yo creo que este es el gran problema que tenemos ahora mismo sobre la mesa, que la viabilidad del sistema democrático está comprometida porque no estamos siendo capaces de dar respuesta a los problemas reales que la gente experimenta y que experimenta además desde un punto de vista emocional, porque proyectan sobre ellos una ansiedad.
00:20El caso de la vivienda es claro porque hablamos de una tensión de precios, pero nos obligamos de que hay una tensión emocional que está operando sobre la gente joven, sobre la gente mayor, que realmente está presionando el conjunto del sistema y que es sincera.
00:37Es decir, nace de un malestar, de una preocupación que la política gestiona desde el argumentario, pero el argumentario en el sentido más literal del término.
00:49Con lo cual, la sensación que a nivel de narrativa se da entre lo que los políticos proyectan como solución y lo que la gente vive cotidianamente en su vida es de una desproporción tan enorme que la solución más sencilla es directamente acusar a la política de no estar a la altura de las circunstancias.
01:13Y esto es lo que verdaderamente debería hacernos ver que una parte muy importante y siento tenerlo que decir porque parece que estás dando argumentos precisamente al populismo, es que la política no está sabiendo dar respuesta a los problemas reales.
01:29Y es tan fácil bajar la tierra, porque uno de los problemas que ves es precisamente la transformación que el parlamento, que las cortes todos los miércoles trasladan a la opinión pública, que es un plató televisivo de polarización.
01:46Y es algo que realmente la gente siente como ajeno a su propia cotidianidad, cuando debería ser realmente el espacio en el que los problemas se ponen sobre la mesa desde otra mirada, desde otra actitud, desde otra forma de ver la realidad.
02:05Pues no, vemos a unos señores trajeados, que evidentemente no están cotidianamente asomándose la realidad de las cosas, que manejan además el argumentario político para explicar esos problemas.
02:21Pues hombre, realmente lo estamos haciendo realmente mal.
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