Nicolas Sarkozy ingresó este lunes en la prisión de La Santé, en París, convirtiéndose en el primer expresidente de Francia en cumplir condena. Acompañado de su esposa, Carla Bruni, quien no soltó su mano en ningún momento, el exmandatario abandonó su residencia en Villa Montmorency poco antes de las 9:15 de la mañana, saludando brevemente a simpatizantes antes de subir al vehículo escoltado por una nutrida comitiva policial.
La llegada a la prisión se produjo cerca de las 10:00, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad y una multitud de periodistas y seguidores que esperaban frente al penal. El momento marcó un hito en la historia política de Francia.
Sarkozy se pronunció en la red social X antes de ingresar: "La verdad triunfará, pero el precio que tengo que pagar será aplastante". Aseguró que sus pensamientos están con Francia y sus ciudadanos, y subrayó que no busca privilegios: "No voy a pedir ninguna ventaja ni favor, solo que se escuche mi voz".
Concluyó: "No es un expresidente el que está siendo encarcelado, es un hombre inocente".
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