El robo de joyas en el Museo del Louvre ha dejado en shock a expertos y al público. Las alarmas del museo saltaron a las 9:37 de la mañana, tan sólo un minuto después los ladrones habían desaparecido, habiendo ejecutado el robo en tan sólo sesenta segundos. Según investigaciones preliminares, la clave del atraco pudo estar en la desactivación de una alarma en una ventana del museo, ocurrida hace un mes. Esta alarma, que se activaba frecuentemente por error, fue apagada para evitar falsas alertas, dejando una vulnerabilidad crítica en la seguridad del Louvre. Didier Rykner, reconocido historiador de arte y diplomado por la École du Louvre, expresó su profunda preocupación ante este fallo. Además, señala que la presencia de un camión elevador cerca del museo durante el robo no despertó sospechas, lo que facilitó la operación de los ladrones. Este incidente pone en evidencia los fallos en los sistemas de seguridad del Louvre y genera un debate sobre la necesidad de reforzar la vigilancia en uno de los museos más importantes del mundo.
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