El Gobierno diseñó, a través de Patricia Bullrich, una nueva provocación: las fuerzas de seguridad federales hicieron una exhibición con sus nuevos móviles sobre la Plaza de Mayo y se instalaron donde están pintados los pañuelos de las Madres. La maniobra generó el repudio de los organismos de derechos humanos.
El Ministerio de Seguridad colocó camionetas sobre la propia Plaza de Mayo. Había patrulleros de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), la Prefectura Naval Argentina (PNA) y el Departamento Federal de Investigaciones (DFI), la nueva agencia de la Policía Federal Argentina (PFA) que creó Bullrich como intento de réplica del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos.
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