El Apocalipsis de san Juan es el último libro de la Biblia y narra, con un lenguaje simbólico y visionario, la lucha entre el bien y el mal, y el triunfo definitivo de Cristo. A través de imágenes de bestias, trompetas y sellos, muestra cómo Dios guía la historia incluso en medio del caos.
Lejos de ser un relato de miedo, es un mensaje de esperanza y fidelidad: el Cordero (Jesús) vence al mal, y al final surge la Jerusalén celestial, símbolo de la unión eterna entre Dios y su pueblo. Es, en el fondo, una historia de amor y victoria divina, que anima a perseverar con fe hasta el final.