Tres meses después de ser declarado culpable de dos delitos, Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy, ya tiene su sentencia. El rapero y empresario tendrá que pasar cuatro años en prisión y pagar 500.000 dólares de multa, la máxima, por los delitos de transporte para ejercer la prostitución de los que un jurado popular le culpó tras un largo juicio de siete semanas que acabó en julio.
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