Luis Silva, otrora 'Rey del Baloncesto Mundial', fue envenenado y quedó en coma, rejuveneciendo como un niño. Perdió 15 años sin ver crecer a su hija. Al despertar, la encontró convertida en una joven, defendiendo sola su estadio. Cuando la vio humillada por rivales, Luis empuñó el balón otra vez. ¡El mundo recordaría al Rey!
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