A uno, que ha viajado más que las maletas de la Piquer y tiene las pelotas negras del humo de mil combates, le hubiera gustado que en España tuviéramos un político con el carisma de Kennedy, el patriotismo de De Gaulle, la tenacidad de Churchill y la sensatez de Adenauer, pero tenemos lo que tenemos y con estos bueyes hay que arar.
Sé la primera persona en añadir un comentario