Es una descarga eléctrica desbordada, pero nadie sufre los efectos nocivos de un electroshock. Más bien lo contrario: en el escenario de un Niceto Club atestado de gente feliz, Richard Coleman, Gonzalo Córdoba y un Carca felizmente recuperado de sus problemas de salud combinan dieciocho cuerdas al rojo vivo. Porque lo que está sonando, además, es "Para terminar", clasicazo de Fricción que hace entender que el show está quemando las naves. Será, al cabo una de las pocas concesiones al pasado de Coleman: lo del sábado por la noche es la presentación de El (in)correcto uso de la metáfora, disco que expresa el soberbio presente del guitarrista, compositor y cantante, que se traduce naturalmente en un concierto excepcional. Nada de terminar, aunque el público se desgañite en el grito: Richard sigue construyendo.
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