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#ValleSalvajeRafael #descubre #veneno
Rafael descubre el veneno de Úrsula y la conspiración mortal de Victoria en Valle Salvaje

El silencio sofocante de Valle Salvaje se rompe con un secreto que amenaza con derrumbar la Casa Grande. Rafael, atormentado por la sospecha de que Julio no murió de forma natural sino envenenado, inicia junto a Adriana una peligrosa investigación que destapa alianzas ocultas y mentiras familiares.

Mientras una doncella desaparece misteriosamente y en su habitación aparece la pista de una planta venenosa ...
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Transcripción
00:00Rafael descubre el veneno de Úrsula y la conspiración mortal de Victoria en Valle
00:14Salvaje. El silencio sofocante de Valle Salvaje se rompe con un secreto que amenaza con derrumbar
00:21la casa grande. Rafael, atormentado por la sospecha de que Julio no murió de forma natural
00:29sino envenenado, inicia junto a Adrián a una peligrosa investigación que destapa alianzas
00:35ocultas y mentiras familiares. Mientras una doncella desaparece misteriosamente y en su
00:42habitación aparece la pista de una planta venenosa, la Adelfa. Úrsula juega un doble papel, encubriendo
00:49a Victoria, la mujer que oculta un secreto capaz de destruirlo todo. Pero no están solas, el duque
00:57y José Luis también aparecen implicados en un entramado de deudas, traiciones y sangre.
01:03La tensión estalla cuando Rafael y Adriana reúnen a toda la familia en el salón principal y presentan
01:09pruebas irrefutables de un asesinato premeditado. ¿Será este el fin de Victoria y su máscara de
01:16dama intachable? ¿Podrá Rafael vengar a Julio sin perderlo todo? Y lo más inquietante, ¿qué nuevos
01:22secretos emergerán de las ruinas de Valle Salvaje? No te pierdas este capítulo lleno
01:28de revelaciones, donde la justicia, el amor y la traición se enfrentan en una batalla final
01:34que cambiará el destino de todos. El aire en Valle Salvaje se había vuelto denso, casi
01:41irrespirable, cargado con el peso de los secretos y el hedor dulce de la muerte reciente. Para Rafael,
01:48cada ráfaga de viento que susurraba entre los robles centenarios parecía murmurar el nombre
01:54de Julio, no como un lamento, sino como una acusación. La duda, esa semilla venenosa, había
02:03germinado en su mente hasta convertirse en una certeza monstruosa. Julio no había muerto.
02:11Había sido asesinado. Compartir esta convicción con Adriana había sido como abrir una compuerta.
02:18El torrente de dolor compartido se mezcló con una furia helada, una determinación que
02:24les unió más que cualquier beso furtivo o promesa susurrada en la oscuridad.
02:30Ahora no eran sólo amantes clandestinos, eran los custodios de la memoria de un hombre bueno,
02:35los cazadores de una verdad oculta en los pasillos lujosos y las cocinas humildes de la finca.
02:40¿Fue asesinado? Las palabras de Rafael aún resonaban en la mente de Adriana mientras observaba
02:47el retrato de su difunto marido colgado en el salón principal. El óleo capturaba su sonrisa
02:54amable, la bondad en sus ojos, una bondad que alguien había extinguido con una crueldad metódica.
03:01¿Quién y por qué? La pregunta era un abismo. Rafael creía saber la respuesta. Los habían descubierto.
03:12Julio, en un acto de generosidad suprema, les había ofrecido su ayuda para escapar,
03:17para vivir su amor lejos de las garras de valle salvaje.
03:20Alguien no podía permitirlo. Alguien prefería un cadáver a una fuga. La maquinaria de su investigación,
03:28aunque rudimentaria y peligrosa, se había puesto en marcha. Rafael, con una discreción que le costaba
03:36un esfuerzo sobrehumano, le pidió a Isabel que averiguara un detalle aparentemente trivial,
03:42quién había servido las copas durante la merienda fatídica. Un simple gesto, una pregunta lanzada al
03:49aire como una piedra en un estanque, pero sus ondas expansivas no tardaron en llegar a la orilla
03:55equivocada. Victoria, tía de Rafael, sintió el impacto de esa pregunta como una descarga eléctrica.
04:05Su porte siempre impecable, su sonrisa una máscara de decoro y control, vaciló por un instante
04:12imperceptible para el mundo, pero no para ella misma. Observó a su sobrino desde la distancia,
04:19vio la llama de la sospecha ardiendo en sus ojos, y un pánico gélido comenzó a trepar por su espina
04:25dorsal. Sabía que Rafael no era un hombre que se detuviera ante las apariencias. Si empezaba a tirar
04:33del hilo, todo el tapiz de mentiras que constituía su vida podría deshilacharse. Mientras tanto,
04:41en las entrañas de la casa grande, en el laberinto de pasillos destinados al servicio,
04:46otra alma se consumía. Ana, la joven doncella, sentía el peso de la culpa como un sudario. Cada
04:55crujido de la madera, cada sombra danzante, le parecía el fantasma de don Julio viniendo a
05:01reclamar justicia. Había sido ella, sus manos, temblorosas e inexpertas, habían ayudado a Úrsula
05:09a preparar las copas. No sabía qué contenían, no exactamente, pero la mirada de Úrsula, dura como
05:18el acero y fría como el hielo, le había dicho todo lo que necesitaba saber. Le había dicho que
05:26obedeciera y callara, pero el silencio se había vuelto un tormento. El miedo a la ira de Úrsula era
05:33inmenso, pero el terror de su propia conciencia era insoportable. Cuando escuchó los rumores,
05:42los susurros de que don Rafael y doña Adriana estaban investigando, supo que no podía más.
05:48El castillo de naipes de su obediencia estaba a punto de derrumbarse. Corrió, con el corazón
05:55martilleándole en el pecho como un pájaro atrapado, buscando a Úrsula. Sus ojos, desorbitados por el
06:03pánico, encontraron a la gobernanta en la despensa, organizando frascos con una calma
06:08que a Ana le pareció inhumana. Señora, jadeo con acento agudo Ana, con la voz rota. Están
06:17preguntando, don Rafael, doña Adriana. Lo saben, saben que no fue natural. Úrsula se giró lentamente,
06:25su rostro una máscara impasible. No había sorpresa en sus ojos, solo un cálculo frío.
06:33¿Y qué piensas hacer, muchacha estúpida? Correr hacia ellos y balbucear una confesión que nos
06:39hundirá a las dos. Tengo que hacerlo, sollozó Ana, las lágrimas surcando su rostro pálido. No
06:47puedo vivir con esto. Voy a confesarlo todo. La palabra todo quedó suspendida en el aire
06:54viciado de la despensa. Para Úrsula, esa palabra no significaba liberación, sino una sentencia de
07:03muerte. Ana, la herramienta dócil, se había convertido en un problema. Y Úrsula tenía una
07:11forma muy particular de solucionar sus problemas. Una sonrisa casi imperceptible, fina y cruel como
07:19el filo de una navaja, se dibujó en sus labios. Tranquila, Ana, dijo con una voz suave y venenosa.
07:28Arreglaremos esto, juntas. Ana, en su desesperación, no vio la amenaza mortal que se ocultaba tras esa
07:37promesa. Vio una tabla de salvación, sin darse cuenta de que estaba hecha del mismo plomo que la
07:45arrastraría al fondo del abismo. Úrsula sabía que el tiempo se agotaba. Ana no era solo un peligro,
07:52era su próxima víctima. Lejos de allí, en la quietud sagrada de la capilla, otro tipo de miedo
07:59se manifestaba. Victoria, buscando un refugio que ni la oración parecía poder ofrecerle, se encontró con
08:07Matilde. La joven, con su inocencia y su conexión con la casa pequeña, representaba otro hilo suelto
08:16en el complejo entramado de Victoria. La vio encender una vela, quizás por julio, quizás por sus propias
08:24penas, y la abordó con una dureza que sorprendió incluso a sí misma. ¿Qué haces aquí? Siseó Victoria,
08:32su voz un eco gélido en la piedra. Sabes perfectamente que los de la casa pequeña no tienen
08:38permitido el acceso a la casa grande sin un motivo justificado. Matilde tembló, encogiéndose bajo la
08:45mirada fulminante de la señora. Yo solo quería rezar, señora. Reza en tu casa, sentenció Victoria. Este no
08:55es tu lugar. La ferocidad en su tono no era por una simple infracción de las normas. Era por
09:02el pánico a la proximidad. El pánico a que alguien, especialmente Rafael, conectara los puntos.
09:10¿Y si descubría la verdad? ¿Y si alguien se daba cuenta del asombroso parecido entre Matilde y Martín?
09:16¿Y si se destapaba el secreto que había jurado llevarse a la tumba? ¿El secreto de que Martín,
09:22el hijo que criaba como propio, era en realidad su hermano, fruto de una traición que manchaba el
09:28honor de la familia? La mera posibilidad la dejaba sin aliento. Matilde tenía que mantenerse alejada.
09:36A cualquier precio, las tensiones se ramificaban por toda la finca, como las raíces de un árbol enfermo.
09:45Bárbara, cegada por su propio dolor y orgullo, seguía lanzando dagas verbales a Irene,
09:50culpándola por el desastre con Leonardo. No parecía importarle que su amiga estuviera rota
09:57por la muerte de un hombre que había sido un padre para ella. Irene soportaba los ataques en
10:03un silencio brumoso, su luto o una armadura que apenas lograba proteger su corazón destrozado.
10:09Leonardo, atrapado entre las dos, intentaba ser la voz de la razón. Bárbara, por favor, suplicaba.
10:18Es el peor momento para distanciarnos. Nos necesitamos. Pero sus palabras se perdían en
10:25el torbellino de reproches y amargura. Mientras tanto, la guerra personal de Alejo con su padre,
10:32José Luis, alcanzaba un nuevo y amargo clímax. La supuesta reconciliación había sido una farsa,
10:41un espejismo. Alejo, al intentar tomar las riendas de las tierras de la casa pequeña,
10:47se había topado con un muro de sabotaje sutil y burocracia malintencionada,
10:51todo orquestado por su propio padre. Lo enfrentó en el despacho, el olor a cuero y tabaco viejo
10:58impregnando el aire de una confrontación inevitable. Nunca me dejarás prosperar, ¿verdad?
11:06Espetó Alejo, su voz cargada de una resignación furiosa. Todo era una mentira. Me quieres hundido,
11:14arrastrándome a tus pies. José Luis ni siquiera levantó la vista de sus papeles.
11:19Aprenderás a respetar mi autoridad. Esas tierras prosperarán cuando yo lo decida,
11:27y como yo lo decida. La frialdad de su padre fue una bofetada. Alejo comprendió entonces que su lucha
11:34no era solo por la tierra, era por su propia existencia, por liberarse de la sombra de un
11:40tirano que llevaba su misma sangre. Y en medio de este caos de intrigas y duelos, Adriana libraba
11:48su propia batalla. El dolor por Julio no había eclipsado sus responsabilidades como cabeza de
11:53los Salcedo de la Cruz. Con una entereza que asombró a todos, se presentó ante el duque,
12:00un hombre de maneras suaves y sonrisa fácil que ocultaba la astucia de un zorro.
12:07Duque, dijo Adriana, su voz firme y clara, sin rastro de la vulnerabilidad que sentía por dentro.
12:13Estoy aquí para reclamar el pago de la deuda que mantiene con mi familia por el alquiler de las
12:20tierras. La situación exige que pongamos nuestras cuentas en orden. El duque la miró,
12:28una chispa de sorpresa en sus ojos que rápidamente fue reemplazada por una condescendencia aceitosa.
12:35Mi querida Adriana, en un momento de tanto dolor, es realmente necesario hablar de asuntos tan...
12:43Mundanos, más que nunca, duque, replicó ella, inamovible. La muerte de mi marido me obliga a ser
12:51más rigurosa. Espero el pago antes de que termine la semana. Su determinación era una armadura. No
13:00sabía que al presionar esa deuda, estaba hurgando en una herida mucho más profunda y peligrosa de lo
13:05que jamás podría haber imaginado. Estaba, sin saberlo, acercándose a otra pieza del
13:13rompecabezas, una pieza que conectaba el dinero, el poder y el veneno que había acabado con la vida
13:19de Julio. La noche cayó sobre Valle Salvaje, pero no trajo consigo la paz. Trajo sombras más largas,
13:28silencios más profundos y el miedo a lo que el nuevo día podría desvelar. Rafael no podía dormir.
13:35Daba vueltas en la cama, la imagen de Julio riendo, de Julio ofreciéndole su ayuda, grabada a fuego en
13:42su memoria. La investigación de Isabel había arrojado un resultado desconcertante. Según el
13:49personal de cocina, varias personas habían tenido acceso a la bandeja de la merienda.
13:54Úrsula, por supuesto, como gobernanta. Pero también Ana, la joven doncella. E incluso Victoria,
14:03su tía, que había pasado por la cocina poco antes para dar una instrucción sobre las flores del salón.
14:11El nombre de su tía le provocó una extraña inquietud. ¿Por qué se involucraría ella en algo
14:15tan trivial? Lo descartó como una casualidad, un pensamiento paranoico. Su foco principal se centró en
14:24Ana. Era joven, impresionable. Si alguien la había coaccionado, ella sería el eslabón más débil.
14:32Decidió buscarla al amanecer. Pero el amanecer llegó y Ana no apareció por ninguna parte.
14:39La alarma se extendió primero como un murmullo entre el servicio. Ana no estaba en su cuarto.
14:46Su cama estaba intacta. No había acudido a sus tareas matutinas. Úrsula organizó una búsqueda
14:51superficial, su rostro mostrando una preocupación perfectamente simulada.
14:58Pobre muchacha, decía a quien quisiera escucharla, tan afectada por la muerte de don Julio.
15:05Quizás ha vagado y se ha perdido. Pero Rafael y Adriana supieron de inmediato que no era así.
15:12La desaparición de Ana, justo cuando ellos empezaban a investigar, no era una coincidencia.
15:18Era una confirmación. El asesino estaba borrando sus huellas. El pánico se apoderó de Adriana.
15:29Rafael, la han matado. La han silenciado igual que a Julio. No podemos pensar eso todavía,
15:36respondió él, aunque su propio corazón se encogía de miedo.
15:39Tenemos que encontrarla. Úrsula es la clave. Ella fue la última en estar cerca de las copas,
15:46y Ana trabajaba directamente para ella. Decidieron registrar el cuarto de Ana en secreto. Era una
15:54habitación pequeña y austera en el ático, con apenas unas pocas posesiones personales.
15:59Un crucifijo en la pared, una muda de ropa gastada, un libro de oraciones. No había nada fuera de lo
16:07común. Estaban a punto de rendirse cuando Rafael notó algo. Debajo del colchón raído, sobresalía el
16:16borde de un pequeño trozo de papel. Lo sacó con cuidado. No era una carta, era un envoltorio de
16:23papel de una farmacia del pueblo, doblado y redoblado. Dentro, había unos pocos restos de
16:31un polvo blanquecino y unas hojas secas trituradas. Y en el reverso del papel, escrito con una letra
16:39temblorosa, casi ilegible, había una sola palabra. Adelfa. Adelfa, susurró Adriana. La flor, es hermosa,
16:48pero mortalmente venenosa. Se miraron, el horror reflejado en sus ojos. No era una prueba concluyente,
16:57pero era una pista. Una pista que Ana, en su terror, había intentado dejar atrás. Era el grito
17:04de ayuda de una muchacha aterrorizada. Mientras tanto, Úrsula llevaba a cabo la siguiente fase
17:10de su plan. Había encerrado a Ana, no en la finca, donde podrían encontrarla, sino en una vieja cabaña
17:19de cazadores abandonada en lo más profundo del bosque que delimitaba las tierras de valle salvaje.
17:26La muchacha estaba atada y amordazada, débil por el miedo y la falta de agua. Escúchame bien,
17:32le dijo Úrsula, su voz desprovista de toda emoción. Vas a quedarte aquí hasta que todo esto se calme.
17:41Si intentas escapar o hacer un ruido, el próximo que te encontrará será el enterrador.
17:48¿Entendido? Ana solo pudo sentir las lágrimas corriendo por sus mejillas. Úrsula la dejó en la
17:54oscuridad, con el sonido del viento como única compañía, y regresó a la casa grande, lista para
18:00interpretar su papel de gobernanta preocupada. La investigación de Rafael y Adriana los llevó
18:07al pueblo. En la farmacia, el viejo boticario reconoció el envoltorio. Recordaba vagamente
18:15a una joven doncella de la finca comprando algunos remedios herbales hacía unas semanas.
18:22Pero Adelfa, dijo el hombre, frunciendo el ceño, eso no lo vendo yo, es un veneno potente.
18:28Crece salvaje por todo el valle, eso sí, especialmente cerca de los arroyos del norte,
18:35en las tierras del duque. La mención del duque hizo que las piezas comenzaran a encajar en la
18:42mente de Adriana de una forma aterradora. La deuda, la presión que ella misma le había
18:49ejercido las tierras del norte. ¿Y si la deuda del duque no era una simple cuestión de dinero? ¿Y si
18:55Julio había descubierto algo más? Decidió volver a enfrentarse al duque, esta vez con una estrategia
19:02diferente. No mencionó la deuda, sino la investigación sobre la muerte de Julio. Lo encontró en sus establos,
19:11admirando a un magnífico semental negro. Duque, estamos investigando las circunstancias de la
19:18muerte de mi marido, dijo ella, observando su reacción con atención. Creemos que pudo haber
19:25ingerido alguna sustancia tóxica por accidente. Hemos encontrado restos de Adelfa. La sonrisa del duque
19:33no vaciló, pero Adriana notó un endurecimiento casi imperceptible en su mandíbula. ¿Qué tragedia?
19:41Una planta tan común y tan peligrosa. Espero que encuentren al responsable de tal negligencia.
19:48Su calma era demasiado perfecta, demasiado ensayada. Crece en sus tierras, nos han dicho,
19:54continuó Adriana, apretando las tuercas. Mi querida Adriana, la Adelfa crece por todo el
20:02valle. Culpar a mis tierras es como culpar al cielo por la lluvia. Se excusó amablemente y se
20:10marchó, pero Adriana se quedó con una sensación de profundo desasosiego. Había tocado un nervio,
20:17estaba segura. Por otro lado, la frustración de Alejo lo llevó a actuar de forma imprudente.
20:26Decidido a encontrar alguna prueba del sabotaje de su padre, forzó la cerradura de su despacho esa
20:31noche. Revolvió los cajones, buscando libros de cuentas, cartas, cualquier cosa que pudiera usar
20:40en su contra. Y entonces lo encontró. En un compartimento secreto, encontró un libro de
20:47contabilidad que no era el oficial. En él, vio transacciones extrañas, pagos a cuentas desconocidas
20:55y, lo más sorprendente, una serie de retiradas de grandes sumas de dinero que coincidían con las
21:01fechas en que el duque debería haber pagado el alquiler de las tierras. Su padre no solo estaba
21:07saboteándolo, estaba malversando fondos, y de alguna manera, el duque estaba involucrado. Vio una anotación
21:16reciente junto a una suma considerable, pago final. Asunto JS. C. Zanjado. JSC Julio Salcedo de la Cruz.
21:27El corazón le dio un vuelco. Su padre. Implicado en la muerte de Julio, era monstruoso, impensable,
21:35pero la evidencia estaba ahí. Fotografió las páginas con su mente, cerró el libro y lo dejó
21:41todo como estaba. Salió del despacho sintiendo que el suelo se abría bajo sus pies. No sabía qué hacer
21:50con esa información. Acusar a su propio padre de asesinato. Era una carga demasiado pesada para un
21:55solo hombre. La tensión en la casa grande era palpable. Victoria, observando a Rafael y Adriana
22:03susurraba susurrar en los rincones, supo que estaban cerca de algo. Su pánico se convirtió en una furia
22:11fría. Decidió que tenía que actuar para proteger su secreto, sin importar las consecuencias.
22:19Su objetivo era Matilde. La muchacha era un riesgo andante. La interceptó de nuevo, esta vez en los
22:25jardines. He oído que sigues merodeando por donde no te llaman, dijo Victoria, su voz baja y amenazante.
22:33Quiero que te quede algo muy claro. Si vuelves a acercarte a la casa grande, si vuelves a hablar
22:40con mi sobrino, me aseguraré de que tú y tu familia seáis expulsados de valle salvaje para siempre.
22:48Mendigaréis en los caminos. ¿Me has entendido? Matilde, aterrorizada, asintió sin poder articular
22:54palabra. Huyó corriendo hacia la casa pequeña, el corazón desbocado. Pero la amenaza de Victoria tuvo
23:02el efecto contrario. En lugar de silenciarla, despertó en ella una rebeldía nacida del miedo.
23:10Esa noche, incapaz de dormir, se aventuró de nuevo hacia la casa grande, no por desafío,
23:16sino por una necesidad desesperada de entender por qué la odiaba tanto la señora.
23:22Se ocultó entre los rosales que había bajo la ventana del salón, desde donde se filtraba una luz
23:27tenue. Dentro, Victoria no estaba sola. El duque estaba con ella. Hablaban en susurros,
23:36pero la noche estaba en calma y sus voces llegaban hasta Matilde en fragmentos escalofriantes.
23:43Demasiado arriesgado, Victoria, decía el duque. Usar a Úrsula fue una cosa,
23:49pero si Rafael sigue investigando, nos descubrirá a los dos.
23:52Tenía que hacerlo, replicó Victoria, su voz un siseo febril. Julio lo sabía. De alguna manera,
24:01había descubierto lo de Martín. Iba a contárselo a Rafael. Iba a destruirnos. Habría perdido mi
24:08posición, mi herencia. Todo. Y tú, con tus deudas, estabas acabado si Julio hablaba con mi hermano
24:16sobre tus finanzas. El pago a José Luis debería haber calmado las cosas, dijo el duque. José Luis
24:24solo se preocupa por el dinero. Le pagaste para que hiciera la vista gorda con tus deudas y presionara
24:31a Julio, pero no fue suficiente. Julio era demasiado honorable. No tuve elección. Úrsula me debía lealtad
24:40y ese veneno. Era la única salida. Ahora la doncella ha desaparecido. Úrsula se ha encargado
24:47de ella. Todo estará bajo control. Matilde se llevó las manos a la boca para ahogar un grito.
24:57No entendía todos los detalles, lo del dinero, lo de Martín, pero entendió lo esencial.
25:02La señora Victoria, ella había ordenado la muerte de don Julio, y Úrsula había sido su mano ejecutora.
25:13El duque era su cómplice. Se alejó de allí temblando, con el peso de un secreto que podía
25:18costarle la vida. Rafael y Adriana estaban en un punto muerto. Tenían la Adelfa, tenían las sospechas
25:26sobre Úrsula, pero no tenían pruebas. La desaparición de Ana pesaba sobre ellos. Fue entonces
25:34cuando Alejo, después de una noche de tormento, tomó una decisión. No podía enfrentarse a su
25:42padre directamente, pero tampoco podía dejar que un asesino se saliera con la suya. Buscó a Rafael.
25:50Rafael. Rafael, no puedo explicarte cómo lo sé, pero tienes que investigar las finanzas de mi padre
25:56y su relación con el duque, dijo, su voz tensa. Hay dinero sucio de por medio, y de alguna manera,
26:05está conectado con la muerte de Julio. La información de Alejo, combinada con la pista
26:12del boticario sobre las tierras del duque, creó un nuevo mapa en la mente de Rafael.
26:16La Adelfa crecía en las tierras del duque. El duque tenía deudas, su padre estaba implicado.
26:26Y en el centro de todo, como una araña en su tela, estaba Victoria. Recordó su extraña presencia en
26:32la cocina el día de la merienda. Su nerviosismo, su hostilidad hacia Matilde, todo empezó a cobrar
26:40un sentido horrible. Fue Matilde quien les dio la pieza final. Aterrada, pero sabiendo que no podía
26:48guardar silencio, buscó a Adriana. Entre sollozos, le contó lo que había escuchado bajo la ventana.
26:56La confesión de Victoria. El nombre de Úrsula. La complicidad del duque. Ahora lo tenían todo.
27:03El motivo, el método, los culpables. Pero necesitaban a Ana. Necesitaban un testigo vivo.
27:11La cabaña de cazadores, dijo Rafael de repente.
27:16En el bosque del norte. Es un lugar abandonado. Si quisieran esconder a alguien, sería el lugar
27:22perfecto. Montaron a caballo, galopando a través de los campos como si el mismo diablo les pisara los
27:30talones. Encontraron la cabaña, ruinosa y cubierta de maleza. La puerta estaba cerrada con
27:38un candado, pero Rafael la reventó de una patada. Dentro, en la penumbra, encontraron a Ana. Estaba
27:47débil, deshidratada, pero viva. Adriana corrió a su lado, cortando sus ataduras y dándole agua de
27:53su cantimplora. Los ojos de Ana se llenaron de lágrimas de gratitud y alivio. Estaba a salvo.
28:01La llevaron de vuelta a la casa grande, no por la entrada principal, sino en secreto.
28:08La ocultaron y la cuidaron. Cuando recuperó un poco de fuerza, Ana les contó todo.
28:15Cómo Úrsula, bajo las órdenes de Victoria, la había obligado a ayudar a preparar la copa envenenada.
28:21Cómo la había amenazado para que guardara silencio y luego la había secuestrado cuando
28:27quiso confesar. La noche de la verdad había llegado. Rafael y Adriana convocaron a toda
28:34la familia en el salón principal. José Luis, Bárbara, Irene, Leonardo, e incluso el duque,
28:42que había sido invitado con un pretexto urgente. Cuando todos estuvieron reunidos, Victoria entró,
28:51elegante como siempre, aunque una sombra de inquietud oscurecía su mirada.
28:58Úrsula permanecía de pie junto a la puerta, su rostro una máscara de lealtad servil.
29:03¿Os hemos reunido a todos porque hemos descubierto la verdad sobre la muerte de Julio? Comenzó Rafael,
29:11su voz resonando en el tenso silencio. Recorrió con la mirada a cada uno de los presentes,
29:18deteniéndose finalmente en su tía. No fue una muerte natural. Fue envenenado. Con Adelfa,
29:25un murmullo de horror recorrió la sala. Victoria palideció visiblemente. Adriana dio un paso al
29:34frente. Y sabemos quién lo hizo. ¿Y por qué? Miró directamente al duque. Usted estaba ahogado
29:41por las deudas. Julio descubrió sus negocios turbios con José Luis, dijo, lanzando una mirada
29:48a un atónito José Luis, y amenazaba con exponerlo todo. Luego se giró hacia Victoria. Y usted, tía,
29:57tenía un secreto aún mayor. Julio descubrió la verdad sobre el nacimiento de Martín.
30:04Descubrió que es su hermano, no su hijo. Una verdad que habría destruido su reputación y su herencia.
30:12Así que ambos decidieron que Julio tenía que morir. Eso es un disparate. Una acusación
30:17monstruosa, exclamó Victoria, intentando mantener la compostura, pero su voz tembló.
30:24¿Lo es? Dijo Rafael con una calma gélida. Tal vez su ejecutora pueda contarnos más.
30:32Se giró hacia la puerta. Úrsula, no tiene nada que decir. Úrsula miró a Victoria,
30:38esperando una señal, pero vio el pánico en los ojos de su señora.
30:41Supo que el barco se hundía, y no pensaba hundirse con él. Yo solo seguí órdenes,
30:50dijo, su voz apenas un susurro. La señora Victoria, ella me obligó. Mentirosa. Desleal.
30:59Gritó Victoria, perdiendo el control. Pero el golpe final aún estaba por llegar.
31:06No necesitamos solo tu palabra, Úrsula, dijo Adriana. Tenemos otro testigo. Abrió una puerta
31:14lateral y de ella salió Ana, escoltada por Matilde. Estaba pálida y temblorosa,
31:22pero su mirada era firme. El rostro de Victoria se descompuso por completo. Era el rostro de una
31:29mujer atrapada, derrotada. El duque intentó escabullirse discretamente, pero se encontró
31:35con Leonardo y Alejo bloqueándole el paso. José Luis estaba paralizado en su asiento,
31:42expuesto y humillado. El salón se sumió en un caos de acusaciones y revelaciones.
31:48La verdad, brutal y devastadora, había salido a la luz, destrozando la fachada de la familia
31:55y de valle salvaje para siempre. En medio del tumulto, Rafael tomó la mano de Adriana. Se
32:03miraron, y en sus ojos no había solo el horror por la traición descubierta, sino también el alivio
32:08de la justicia y la promesa de un futuro. Habían vengado a Julio, habían salvado a Ana, habían
32:16desenmascarado a los monstruos que se escondían tras máscaras de respetabilidad. La noche aún era
32:23oscura, y el camino por delante sería largo y difícil. Tendrían que reconstruir sus vidas
32:28sobre las ruinas de las mentiras. Pero por primera vez en mucho tiempo, una luz de esperanza brillaba
32:35en el corazón de valle salvaje. Habían superado la prueba más dura, y lo habían hecho juntos. El
32:43final de la pesadilla era el comienzo de todo lo demás. Y ese, en medio de la desolación, era un
32:51final innegablemente feliz. La justicia, aunque tardía y dolorosa, había prevalecido. Y el amor,
33:00forjado en el fuego de la adversidad, había demostrado ser el arma más poderosa de todas.
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