00:00La joya de la corona de la aviación estadounidense.
00:05Un costoso aparato que parece sacado de una película de Hollywood.
00:10Se trata del B-2 Spirit, el bombardero furtivo diseñado para penetrar los sistemas de defensa más sofisticados del planeta.
00:20Capaz de atravesar el espacio aéreo enemigo sin ser detectado por radar,
00:24el B-2 es el único avión en el mundo capaz de lanzar bombas convencionales y nucleares desde gran altitud con precisión quirúrgica.
00:32Su principal ventaja, la invisibilidad.
00:35Fue utilizado por primera vez durante la guerra de Kosovo en 1999.
00:41Posteriormente, este bombardero fue desplegado en la mayoría de los conflictos en los que Estados Unidos ha participado, como Libia, Irak o Afganistán.
00:49Más allá de su diseño futurista, lo que hace al B-2 especialmente temido es su capacidad para transportar bombas capaces de destruir búnker subterráneos,
00:59como la GBU-57 de 13 toneladas que puede alcanzar instalaciones de hasta 60 metros bajo tierra, incluso las del programa nuclear iraní en Fordo.
01:10Este bombardero puede volar más de 11.000 kilómetros sin repostar y con otros aviones auxiliares llegar a cualquier punto del planeta.
01:18Todo esto mientras permanece prácticamente invisible para los radares convencionales gracias a su recubrimiento especial y forma en ala delta.
01:27Cada unidad de esta aeronave tiene un costo que sobrepasa los 800 millones de dólares,
01:33aunque si se tiene en cuenta su etapa de desarrollo y operatividad puede llegar a los 2.000 millones.
01:38Solo existen unas 20 unidades en todo el mundo operadas exclusivamente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
01:44La mayoría están estacionadas en Missouri, pero también pueden operar desde bases en el Pacífico o el Índico, como la de Diego García.
01:53En medio de tensiones globales, como la de Irán e Israel, el B-2 vuelve a estar en el centro del tablero,
02:00porque si Estados Unidos decide atacar algún objetivo nuclear subterráneo, este bombardero sería la punta de lanza.
02:06Con el paso de los años, el B-2 se ha convertido en una especie de avión insignia que Estados Unidos pone en escena para mostrar su determinación.
